Libros

RELATOS DE LOS CAMPAMENTOS MILITARES

De: Arthur Conan Doyle

OFICIAL Y CABALLERO

Arthur Conan Doyle es uno de los grandes nombres de la literatura universal. Hijo de irlandeses, nació en Edimburgo, Escocia, en 1895 y murió en Inglaterra el 7 de julio de 1930. Verdadero hijo del imperio británico, su extensa obra incluye al más famoso de los detectives de todos los tiempos: Sherlock Holmes. Dicho personaje surgió oficialmente en 1887, con la novela Estudio en escarlata y, pese a ser uno de sus primeros trabajos, logró convertirlo en un famoso escritor en muy pocos años. Actualmente es sabido que el detective resultó para Conan Doyle tanto una bendición como una maldición. Le otorgó fama y popularidad convirtiéndolo en un nombre imprescindible en la historia de la literatura. Pero la voracidad de los lectores por el personaje opacó al resto de su obra impidiéndole alcanzar el mismo nivel de reconocimiento y prestigio. Es un lugar común decir que Arthur Conan Doyle detestaba este desequilibrio entre una de sus creaciones y las demás, al punto de llegar a matar al personaje en una historia y luego tener que revivirlo más adelante. Muchos seguidores se han sentido ofendidos al conocer este rechazo, sin embargo, hay que reconocer que tenía razón. Sherlock Holmes y su amigo y socio, el Dr. Watson, son sin duda un hito glorioso en la historia de la literatura universal, cuyos méritos se han extendido al cine y a la televisión. Pero las demás obras de Conan Doyle, tanto las novelas como los cuentos, poseen las mismas virtudes que estos acertados relatos acerca del detective de Baker Street. Le sigue en fama el Profesor Challenger, con El mundo perdido (título homenajeado por Michael Crichton en El mundo perdido, Jurassic Park, y llevado al celuloide por el realizador Steven Spielberg). Las aventuras plagadas de humor y acción del inefable Capitán Gérard fueron también traducidas al cine. Conan Doyle ha acumulado otras novelas extraordinarias así como también unas docenas de cuentos en los más variados géneros y tonos, pero siempre respetando un estilo narrativo puro, claro, entretenido, de esos que nos conducen de una punta a la otra del relato sin espacio para el cansancio o aburrimiento. Folletinesco, apasionado, romántico y absolutamente británico, Conan Doyle supo representar como pocos el espíritu de su país y de su época.

Historias recuperadas

Médico, además de escritor, ambas profesiones convivieron en su cabeza y en su ejercicio. De hecho, el Dr. Watson posee más del propio Conan Doyle que Sherlock Holmes, cuya inspiración hay que buscarla en un profesor que el autor conoció en la universidad. El Doctor Bell, así se llamaba, enseñaba a sus alumnos a descubrir del paciente más cosas de las que éste revelaba, a través de un método que luego se convertiría una de las marcas más reconocibles de Holmes. Una vez recibido, Conan Doyle trabajó como médico cirujano en un barco ballenero y, más tarde, como médico en el ejército británico durante la Guerra de los Bóers. De esas experiencias surgieron con posterioridad muchos cuentos, entre los que figuran algunos que aquí comentamos, así como también muchos otros pertenecientes a otros géneros, épocas y tonos, todos ellos prueba de su gran versatilidad para la prosa. Desde su díptico de caballería medieval en sus novelas Sir Nigel y La compañía blanca (esta última alguna vez fue uno de los proyectos cinematográficos no concretados de John Ford) hasta las aventuras del húsar, gracioso e impetuoso, Ettiene Gérard, que en este libro se hace presente con “La boda del brigadier”, uno de los relatos más desopilantes. Tal es así como Conan Doyle logró encontrar también en los relatos militares todos los temas más cercanos a su mirada del mundo. Irónicamente, su género favorito fue la novela histórica, género que hoy se halla tan en boga, pero que en aquellos años vivió a la sombra de su detective. También se destacó en la escritura de ensayos, a los cuales les dedicó mucho tiempo y varios tomos de su obra. En los cuentos se deja entrever no sólo una indiscutible libertad en la creación de historias, sino también una detallada y minuciosa documentación para la descripción de los entornos. Los cuentos que en este libro se incluyen contienen un gran sentido del humor, mucho de heroísmo y camaradería, así como también una gran emoción. “El sobreviviente de Waterloo” es un claro ejemplo de ello. Sin embargo, también hay espacio para la tragedia en “El pote de caviar”, donde el heroísmo encuentra una absurda vuelta de tuerca y “La bandera verde”, un conmovedor relato de orgullo irlandés. “Los tres corresponsales” es una clásica historia de aventuras y humor inglés, y el ya mencionado “La boda del brigadier” es por mucho uno de los más desopilantes relatos de Ettiene Gérard. El final no podría resultar mejor con “El señor de Château Noir”, un relato lleno de suspenso, romanticismo y caballerosidad, muestra fiel del espíritu que animaba al escritor. Quienes no estén aún familiarizados con su obra más allá de Sherlock Holmes, este libro es un excelente punto de partida para adentrarse en la perfección narrativa y el incomparable ritmo de una prosa magnífica, no siempre valorada, que hace de Arthur Conan Doyle uno de los escritores más placenteros a la hora se sentarse a leer.

RELATOS DE LOS CAMPAMENTOS MILITARES
Arthur Conan Doyle
Editorial Claridad
Bs As, 2007