Peliculas

El negocio del dolor

De: David Yates

El negocio del dolor (Pain Hustlers, Estados Unidos, 2023) llega para sumarse a una larga lista de producciones alrededor de películas y series vinculadas con la epidemia de opioides en Estados Unidos. Un repaso rápido: The Crime of the Century (2021) documental en dos episodios, Dopesick (2021), miniseries con Michael Keaton y Rosario Dawson, 8 episodios. Pain Killer (2023) miniserie con Matthew Broderick, seis episodios. También La caída de la casa Usher (2023) de Mike Flanagan utiliza este tema para armar una ficción basada en los cuentos y poemas de Edgar Allan Poe. Y por supuesto, el tema aparece en muchas series de televisión y otros largometrajes.

En este largometraje de ficción, a todos los personajes se les han cambiado los nombres y se han inventado muchas situaciones, sin embargo al final del largometraje se dicen los nombres y se muestran imágenes de los personajes reales en los que se basan algunos de ellos, como por ejemplo John Kapoor, dueño de la compañía farmacéutica Insys Therapeutics. Este personaje cambia su nombre en la película por el de Dr. Neel y es interpretado por Andy García. Un millonario inescrupuloso y loco que justifica todo su accionar a partir del sufrimiento que tuvo su esposa al morir de cáncer.

Pero el personaje central es Liza Drake (Emily Blunt) una mujer que lucha por mantener a su hija, que no tiene estudios completos y trabaja de stripper cuando le aparece la oportunidad de trabajar en una empresa farmacéutica con dificultades. Pete Brenner (Chris Evans) la hace entrar y le presenta al Dr. Neel. De la noche a la mañana, Liza encontrará la manera de promover el medicamento con fentanilo y convertir a la empresa en un éxito millonario para todos. La promesa de que no es adictivo y que sólo será para pacientes con cáncer pronto será olvidada y la avaricia provocará un desastre que, cómo ya vimos varias veces, que llevará a muchas personas a la adicción y eventualmente a la muerte.

Es difícil que se vuelva interesante una historia que ya vimos varias veces en dos años. Más complicado aún es cuando se trata de una película de denuncia que intenta ponerle mucha comedia a lo que cuenta. No es que no pueda hacerse, pero los actores no saben encontrar el tono y algunos, en particular Chris Evans, nos regalan su peor trabajo. Tampoco Emily Blunt parece creíble al comienzo de la historia, ya que no convence a nadie de que es pobre. Si esta fuera la primera ficción sobre este tópico que se haya hecho jamás, tal vez ganaría algo, pero al llegar al final simplemente termina siendo menos de lo mismo. A punto tal es todo conocido, que lo que es llamativo cuando uno lo descubre, aquí parece un lugar común de género. Es que si siguen haciendo estas cosas, se podrá a empezar a hablar en términos de la crisis de los opioides como un género en sí mismo. Creo que ya se lo denunció bastante, todos aquellos que no tengan algo relevante para decir, por favor pasen al siguiente tema.