Oliva es el primer largometraje de Luciano Leyrado y está protagonizado por su padre, Juan Leyrado, quien décadas atrás supo tener una importante carrera de cine y hace veinte años un éxito en televisión. La película se basa en una obra de teatro de Leyrado hijo y cuenta la historia de Pascual Del Vecchio (Juan Leyrado) un productor de aceite de oliva, enamorado de la tradición familiar. Uno de sus hijos, ya grande, lleva a su novia a la finca para presentarla a Don Pascual, pero no se anima a decirle una triste verdad: Debido a una situación traumática, el hombre se cree un Capo Mafia y actúa en consecuencia. No actúa mucho en consecuencia, en realidad, tan solo tiene algunos gestos y ordena mandar a matar a todo empleado que cree que le ha fallado. Por ese motivo los empleados que caen bajo esa orden siguen trabajando en el lugar, pero a espaldas del jefe.
El hijo en cuestión, Miguel (Ignacio Toselli), intenta encontrar la manera de que su padre recupere la cordura, pero al mismo tiempo es el que pone en movimiento toda la farsa. Su novia Gina (Romina Fernandes, una Talia Shire argentina, la mejor del elenco) es psicóloga y, pasado el estupor inicial, buscará la forma de ayudar también. Hay otros personajes, pero como la mayoría son absurdos o forzados, mejor no distraerse en ellos. La mala noticia es que la anunciada presencia de Andrea Frigerio, interpretando a la mujer de Pascual, se produce casi al final, en un personaje desaprovechado por completo.
Oliva es bastante rudimentaria como comedia. La promesa de ser una de esas películas de enredos del cine clásico, argentino o de Hollywood, nunca se concreta, porque ese era el camino de este largometraje con buenas intenciones y completamente inocuo. No hay solemnidad, ni discursos altisonantes, tan sólo alguna frase hecha un poco obvia, pero nada ofensivo. Lo que tampoco hay es gracia, la mayoría de las actuaciones no tienen timing o buenos diálogos para desarrollar y todo se reduce a terminar de cerrar las puertas que el guión abrió al comienzo. No hay nada más que agregar, no hay otro elemento de interés en Oliva. Ah, sí, un número de citas y chistes sobre El padrino que no son nada graciosos, incluso son un poco tristes.