Nyad está basada en la historia real de Diana Nyad, una nadadora de larga distancia, periodista y escritora norteamericana que luego de muchas grandes hazañas y haberse retirado de la vida deportiva profesional, busca, al cumplir 60 años, intentar su máxima proeza deportiva: Nadar desde Cuba a Florida, a lo largo de casi 170 kilómetros. Para cualquier persona es un desafío imposible, para alguien de 60 años, no es ni siquiera posible imaginar lo que significa. Para darse una idea, la propia Nyad había intentado completar ese trayecto en 1978 a la edad de 28, sin lograrlo. Por supuesto que en el año 2011 tiene la experiencia de aquel intento fallido y, algo nuevo, una tecnología capaz de guiarla de forma un poco más segura, para evitar el desviarse sin sentido, entre otros problemas.
Esta mujer ya había logrado muchas otras grandes proezas deportivas y a pesar de estar retirada, creía tener una cuenta pendiente. A partir de los 60 años volvió a prepararse para lograr su objetivo. La película cuenta con potente clasicismo y comprensión del tema, todo ese proceso para iniciar una misión que tal vez termine en nuevos intentos fallidos y desilusión. Diana no está sola, la acompaña la gran compañera de aventuras es su amiga y entrenadora Bonnie Stoll, quién asume la responsabilidad de acompañar a Nyad en su objetivo. Estos dos personajes absolutamente extraordinarios están interpretados por dos actrices de las que podría decirse logran uno de los mejores trabajos de toda su carrera. Annette Bening interpreta a Diana Nyad y Jodie Foster a Bonnie Stoll.
La complejidad es mucho mayor que simplemente la maratónica tarea de nadar esa distancia, sino que el agua tiene, entre otros peligros, la presencia de tiburones, las violentas corrientes marinas y otros problemas que hacen el drama de la película, por lo cual es mejor no anticiparse. Es impresionante cuando uno lo lee, pero no es tan fácil que una película de ficción logre transmitir lo que significa este ultramaratón de aguas abiertas. Por suerte las personas que están al frente del proyecto están a la altura del material que tienen delante. Un verdadero equipo de élite que consigue el mejor de los resultados. Además, el guión de Julia Cox se basa en el libro Find my Way, que escribió la propia Diana Nyad en el año 2015.
La imprescindible autenticidad que la película necesitaba la encuentra en gran parte es su dupla de directores. El matrimonio -no solo en lo profesional- formado Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin. Estos dos realizadores tienen una importante trayectoria como documentalistas, llegando incluso a ganar el Oscar a mejor documental por Free Solo (2018) entre decenas de otros premios. Otro de sus largometrajes destacados es El rescate (2021) sobre los niños atrapados en la cueva de Tham Luang en Tailandia y todo el trabajo para rescatarlos. Documentales que tienen la emoción, el suspenso y el drama de una película de ficción. La titánica tarea que se describe en Nyad se parece en muchas cosas a Free Solo, donde se contaba la hazaña del escalador Alex Honnold y su búsqueda por lograr la primera escalada libre en solitario de la ruta vertical de El Capitán, en el Parque Nacional Yosemite. Pero Diana Nyad tiene, eso sí, un equipo que llega a estar más cerca de ella durante todo su trabajo, aunque ninguno de ellos pueda entrar en contacto físico con ella para que el récord sea auténtico. Jimmy Chin, hay que recordar, además de realizador es uno de los grandes escaladores de montaña del mundo.
Es por esto por lo que los directores logran, en su primer largometraje de ficción, una autenticidad basada en su conocimiento del deporte, sus dificultades y la psicología detrás de esta clase particular de logros únicos. Pero al ser documentalistas, ya saben también cómo filmarlo, llegando incluso a usar con mucha inteligencia escenas documentales de la propia Nyad y su equipo, pero sin descuidar nunca las escenas armadas, que son las que constituyen la mayor parte del film.
Pero volvamos al dúo protagónico. Annette Bening, quien interpreta a Nyad, entrenó un año entero para el papel y ella describió el nivel de cuidado con el cual los especialistas la trataron como parte fundamental del rodaje. La edad de Diana Nyad y la de Annette Bening son muy parecidas, lo que permite otro punto de realidad. La actriz de The Grifters, Bugsy, Open Range y The Kids Are All Right se ve como una auténtica nadadora, su trabajo es tan real y a la vez tan diferente a la propia actriz que es deslumbrante en su efectividad. No importan los premios, pero es la segunda actriz que más se lo merecería este año. Y si digo segunda es porque lo de Jodie Foster es de otro planeta. Al igual que su compañera de elenco, Foster está tan cómoda, relajada y a la vez construyendo un personaje que es posible que se lleve un premio más para sumar a los muchos que tienen. Con o sin galardones, el dúo es memorable. Incluso Rhys Ifans, cómo el navegante experto que arma los trayectos, está sobrio y creíble.
Si la historia real es parecida a lo que cuenta la película, idéntica o completamente distinta, es secundario. Se ve real, es emocionante, tiene los elementos para conmover e incluso tendría el mismo valor si fuera una historia inventada. Nyad es una gran película que esquiva los errores del cine biográfico y las historias basadas en hechos reales. Cada uno de los que participaron en el proyecto le pusieron un corazón que se nota va más allá del objetivo comercial de la película. A veces pasan estas cosas y a veces se ven en el resultado. No alcanza con decir la verdad, lo que más importa es que parezca auténtico. Auténtico no como sinónimo de realista, sino como una forma de describir lo que es verdadero, aquello en lo cual los que participan creen. Nyad es una de esas sorpresas que todos los años nos depara el cine. Bienvenida sea.