Documental sobre la obra del artista informalista argentino Alberto Greco. Cincuenta y tres años después de su suicidio la película repasa su obra y registra la vigencia de la misma. La directora evoca con la propia forma del film, el trabajo de Greco. Involucra su propia vida y mezcla estos con testimonios, humor, imaginación y verdadera devoción por la obra del artista que tanto admira. Material no le falta. El uso de la voz en off de la propia directora no convence y aunque se entiende que es la voz de una aficionada, el resultado es un texto didáctico. Como una clase sobre Alberto Greco, la película no logra despegarse como película en sí misma, sino como una forma de acerca a él, no más.