Alemania, escrita y dirigida por María Zanetti, triunfa donde la mayoría de las películas argentinas fracasa y con eso demuestra que está hecha con mayor sofisticación que el resto del cine nacional del mismo estilo. Lola (Maite Aguilar) tiene dieciséis años y está tratando de no tener materias pendientes porque es el requisito que le piden para poder pasar un semestre en Alemania gracias a un intercambio estudiantil. Pero Lola tiene, además, una hermana mayor con un trastorno mental que está siempre al borde de una crisis y sus padres que lidian como pueden con ese conflicto. No les sobra el dinero y tampoco tienen toda su atención puesta en el posible viaje de su hija menor.
Alemania pertenece al cine naturalista argentino, algo que sirve para grandes películas o para un ejército de títulos mediocres. En este caso la historia está tan bien ajustada a su protagonista que es imposible no entender su conflicto adolescente y sus pasos previos antes de convertirse en adulta. La protagonista es una actriz perfecta para el rol y no ocurre en toda la película algo que desvíe el tono o arruine las ideas. No hay una preocupación social ni un esfuerzo por retratar el entorno político de aquellos años -la película transcurre en la década del ochenta- sino mantenerse cerca de la mirada de su protagonista y los muchos detalles que la convierten en un personaje completo. Podrá ser en muchos aspectos una película minimalista, pero de ninguna manera es una película pequeña o superficial. Le alcanza con retratar a Lola de forma auténtica para que hablemos de una historia profunda y compleja.