Helmut (Freddy Viquez) es un detective privado se enfrenta a sus heridas y secretos del pasado al intentar esclarecer las extrañas circunstancias del accidente de su hija. Ha sido un padre ausente y su única posibilidad de rearmar su vida es averiguar que paso en ese accidente.
Helmut y su socia (Paula Sartor) buscarán la verdad detrás de lo ocurrido. También es el reencuentro de Helmut con su amigo Marcos (Jorge Marrale), quién lidia también con los conflictos de la paternidad. El centro de la película no es tanto el policial sino la relación entre padres e hijos.
Esta coproducción entre Costa Rica y Argentina está filmada en el primero de esos dos países y la mezcla de actores tiene ese tono forzado habitual en esta clase de films. En general el nivel actoral es bajo, salvo Jorge Marrale, y eso dificulta un poco conectar con la película.
Una especie de policial negro diurno donde un hombre busca recuperar el tiempo perdido y tratar de entender y conocer a su hija a partir de la tragedia que lo hace regresar. Filmada de forma clásica, elegante, la película sostiene con dignidad las limitaciones de un guión que deja mucho que desear y que termina cerrando de manera demasiado obvia la historia.