American Murder: Gabby Petito es una miniserie documental de tres episodios estrenada en Netflix. Pertenece al género true crime que tanto éxito tiene hoy en día, pero evitas algunos de sus peores defectos. En primer lugar no se excede en la duración, los tres episodios están perfectamente justificados. En segundo lugar no tira pistas falsas para llevar por caminos sin salida al espectador. Luego de la escena inicial retrocede y cuenta de forma cronológica el resto de los hechos.
La mencionada inicial es una de las mejores y está cargada de angustia y dolor. En Moab, Utah, en agosto del 2021, la policía detiene a una pareja que van en una van porque una denuncia al 911 alertó sobre un posible caso de violencia doméstica. Toda la detención y los diálogos entre la policía y la pareja conformada por Gabby Petito y Brian Laundrie han quedado grabados con imagen y sonido, por lo que podemos apreciar el trabajo exhaustivo de la policía, aunque a la luz de los eventos posteriores, finalmente muy fallido. Los separan por una noche y se desentienden del problema. El registro de este evento se conocería a nivel nacional días más tarde, cuando Gabby Petito es denunciada como desaparecida por su familia y Brian se niega a hablar con la policía. En ese momento, el caso está en el centro de atención en todo Estados Unidos y también en el mundo.
Lo que asombra del minucioso montaje que es acompañado por testimonios es la cantidad de material registrado que existe. En el año 2021 la cantidad de cámaras es tal que esa escena inicial es un hallazgo asombroso. Pero no es lo único, claro, también hay cámaras en las calles, supermercados y demás espacios. Sin embargo, el corazón de la miniserie es que la pareja protagónica buscaba cumplir con el sueño de muchos influencers: Viajar en una van contando sus experiencias y compartiendo todo en sus redes y canal de YouTube. Por ese motivo, además, los tres episodios están llenos de ese material que nos permite conocer su vida en redes. La realidad, claro, resultaría muy diferente.
Los sueños de una generación, la monstruosidad oculta detrás de la vida pública (eso no es algo del presente exclusivamente) y la manera en la cuál la gente vive esa exposición en el mundo contemporáneo es todo el marco de este escalofriante pero también muy amargo documental. La sensación de que en algún momento pudieran salvarla aumenta más la tensión del relato. Gabby Petito conmocionó a un país y marcó también la manera en la cuál se deben tratar las señales que este tipo de situaciones dan antes de la tragedia.