Peliculas

ANTES DE PARTIR

De: Rob Reiner

LOS ÚLTIMOS DÍAS

Antes de partir representa la quinta esencia del cine demagógico y auto indulgente, aquel que busca sin miramientos apelar a los sentimientos comunes a todas las personas, y que no tiene pudor a la hora de tocar las teclas que conducen de forma inequívoca siempre a los mismos resultados. Estas películas se dividen entre las que toleramos y las que no. Cuando uno de estos films nos cae simpático, no podemos evitar sentir cierto cariño por la historia, así como tampoco podemos enojarnos con sus métodos. Las lágrimas incontenibles entonces no se tiñen de enojo, sino que son consideradas una catarsis inocua. A las dos horas de vista, tal vez ni pensemos ya en la película, a los dos días es probable que sea olvidada por completo. Pero no estamos hablando sólo de la historia, si así fuera es probable que la película no llegara muy lejos. Estamos hablando de dos actores de un carisma tan notable que resultan dos viejos conocidos para el público; lo que no es poco decir. Al ver en la pantalla a Jack Nicholson en el rol de un solitario y malhumorado millonario, y a Morgan Freeman convertido en un trabajador sabio y sereno no podemos más que sentir que los conocemos de toda la vida. Una sensación que no es del todo falsa, aunque es más bien generada por los actores. Los personajes son dos hombres que están enfermos y que saben que pronto van a morir, entonces, deciden hacer algunas cosas que aún no han hecho, y que entre la sabiduría de uno y los millones que posee el otro es probable que puedan lograr. La película es tan simple y obvia, como movilizadora, y funciona, si uno se permite entrar en su juego. Aunque Rob Reiner (Cuando Harry conoció a Sally, Cuenta conmigo, La princesa prometida) no se luce particularmente en la dirección, al menos sí logra que lo inverosímil de la historia resulte creíble desde lo visual. Tampoco se puede decir que Antes de partir esconda o escatime la dureza de la enfermedad, al contrario. Pero lo que realmente hace que la película provoque una respuesta emotiva en el espectador es su clara, nada compleja y a la vez indiscutible idea de que la vida es breve, y hay que vivirla. Tan alienados vivimos en la cotidianeidad que al enfrentarnos a una verdad tan simple no podemos más que sentirnos conectados. Hay, indudablemente, otros films mejores que éste sobre el mismo tema. Sin embargo, para quienes elijan verla, Antes de partir tiene para ofrecerles muchos momentos de risas, otros tantos de mucha crudeza y una sensación de gran ternura que perdurará aun después de abandonar la sala, y que a muchos movilizará al punto de decirse a sacar pasajes para conocer La gran muralla China o las pirámides de Egipto antes de que el tiempo se acabe.