Una joven embarazada huye de los integrantes de una banda de “black metal”, que la persiguen para convertirla en el cordero de un sacrificio ritual. Film de terror que se mueve entre los tópicos del género, en particular el de la década del setenta, y el subtexto con bajada de línea, algo que ya estaba en otros films de la directora. Pero la ecuación acá se invierte. Mientras que en otro título de Jimena Monteoliva el drama era mejor que el terror, acá el terror es mejor que el drama. La protagonista no es capaz de despertar genuina empatía y el cierre de la película en su aspecto dramático está ridículamente subrayado. El cine de terror en Argentina se ha convertido en algo completamente natural, con estrenos casi semanales de este tipo de films. Bienvenidos al infierno queda del lado de los títulos menos logrados en esta etapa tan prolífica.