Aunque está disponible en el servicio de streaming, Big Sky es una serie de televisión de la vieja escuela. Está narrada con la estructura de cortes y originalmente se estrenó de a un episodio por semana. La historia de esta historia policial arranca bien arriba. Tres personas desaparecen, la primera es una prostituta y las otras son dos hermanas adolescentes. Un camionero las ha raptado, pero a las dos hermanas pronto saldrán a buscarlas. El protagonista es el detective privado Cody (Ryan Phillippe). Junto con él están su socia Cassie (Kylie Bunbury), con la que tiene un romance, y su exmujer Jenny (Katheryn Winnick), dos mujeres enfrentadas por su amor por Cody. Por pedido del novio de una de las jóvenes desaparecidas viajarán a Montana para saber cual es el paradero de las dos muchachas. Pronto se encontrarán con un policía que no se sabe si desea realmente ayudarlos o no.
Big Sky es una creación de David E. Kelley, quien además de haber tenido la idea original también es parte de los guionistas y es el productor. Kelley tiene una importante trayectoria en televisión. Entre sus títulos más destacados se encuentran Chicago Hope, Ally McBeal, Boston Legal, Goliath y Big Little Lies. Kelley acá hace un planteo clásico para el episodio inicial pero pronto muestra su juego. Big Sky es una serie de giros de la trama, sorpresas y desviaciones imposibles de adivinar cuando empieza la historia.
El primer episodio funciona muy bien y tiene un buen gancho para seguir. Esa energía inicial la mantiene durante varios capítulos pero luego comienza a moverse en direcciones menos clásicas y proponiéndole al espectador una serie diferente a la que parecía originalmente. Esto mantiene el interés o al menos la curiosidad, pero va quedando claro que la historia entretiene pero requiere algo de tolerancia con el espectador. O al menos complicidad para aceptar como la serie pasa de lo sobrio a lo desatado y combina tonos de forma no siempre elegante. El gancho lo consigue y por ese motivo renovó para una segunda temporada. Los actores son buenos y Katheryn Winnick y Kylie Bunbury tienen buena química. Winnick es muy recordada por su rol de Lagertha en la serie Vikingos. Ellas arman dos personajes cuyas posibilidades a futuro les permite especular con varias temporadas más. O no, porque con Big Sky nunca se sabe que podrá pasar al final de cada episodio.