JUNTAS SON DINAMITA
Las comparaciones son odiosas pero la cantidad de remakes que se realizan actualmente casi nos obliga a tener que decir algo sobre los títulos anteriores. Los cazafantasmas (1984) es una película muy taquillera y muy recordada por los espectadores, lo que lleva necesariamente a pensar en ese título y su secuela de 1990 al estrenarse la versión del 2016. Lo correcto sería decir que se trata de películas muy distintas, cosa que es cierto, pero todos quieren comparar y responder a la pregunta de sí es mejor, si está a la altura y si valió la pena. No son pocas las remakes irrelevantes que vemos todos los meses, por lo cual también se ha vuelto un lugar común decir que la original era mejor, incluso cuando no es cierto. Pero nadie está escondiendo acá la euforia y esta aclaración es para decir que comparadas, Cazafantasmas 2016 es mil veces mejor que los dos films anteriores y que si quisiéramos profundizar en la inútil comparación, hay que decir que es un film más divertido, mejor actuado, mejor realizado y muchísimo más profundo que aquellos dos. No se trata de ser diplomáticos, sino realmente creer que las comparaciones no sirven. La versión de 1984 era una comedia irreverente, absurda, bastante improvisada en el guión y con un desparpajo muy poco habitual para un cine de alto presupuesto. Los cazafantasmas 2 era más prolija pero perdía la alegría de su predecesora. Las dos podrán ser recordadas con cariño, pero no eran grandes películas. Finalmente, para que no se enojen los puristas, hay que decir que para muchos Cazafantasmas es más un reboot que una remake. Es decir que empieza de cero, no es una nueva versión del guión original. Sutileza inútil si las hay, pero que quede aclarado, porque hay mucho nerd con tiempo libre que se divierte con esa diferencia.
Cazafantasmas es, en lo que a género se refiere, una comedia. No es una comedia del montón, es una comedia que tiene una perfecta combinación con el género fantástico. Sí, claro, hay muchos fantasmas, y los efectos especiales son todos excelentes, propios del cine fantástico, pero el género de base al que pertenece la comedia. No sé a quién se le ocurrió hacer una nueva versión, pero el resultado no podría ser mejor. Cazafantasmas es una comedia con un timing increíble. La perfección de las cuatro protagonistas (más su asistente) y el resto del elenco es asombrosa. Hasta Andy García interpretando al alcalde de Nueva York tiene momentos memorables. Cazafantasmas tiene algunas de las mejores líneas de comedia en mucho tiempo, y las actrices hacen que esos diálogos brillen. Hacía tiempo que no me reía a carcajadas en el cine como con esta película. Mérito de las actrices y los guionistas. Me gustaría empezar a citar diálogos de este nuevo clásico, pero prefiero esperar a que otros vean la película para poder reírnos todos. Cazafantasmas es una película cómica, con muchos chistes, pero es una película para espectadores con sentido del humor. Los chistes pueden ser a veces básicos, pero otras veces son sofisticados y veloces, y necesitan un espectador que se ría algo más que de los golpes y los porrazos, aun cuando estas mujeres practiquen muy bien la comedia física.
El director de la película es el ya oficialmente maestro de la comedia Paul Feig, director de esas comedias revolucionarias que son Damas en guerra y Armadas y peligrosas. También Spy la dirigió el, pero en mi opinión es una comedia inferior en comparación con las otras dos maravillas. El también escribió el guión, junto con Katie Dippold guionista también de Armadas y peligrosas. El guión de Cazafantasmas es impecable pero además tiene varios temas interesantes. El más poderoso de todos es el de la amistad. Las dos protagonistas son dos amigas distanciadas, vueltas a unir por su condición de incomprendidas. Ellas han visto fantasmas, ellas son desde entonces marginadas, pero una de ellas ha aprendido a disimular para vivir en sociedad y la otra no. Cuando la que intenta madurar, Erin Gilbert (Kristen Wiig) descubre que su vieja amiga Abby Yates (Melissa McCarthy) ha vuelto a difundir un libro sobre fantasmas que escribieron juntas, sale a enfrentarla pero se termina rindiendo a la doble evidencia de que los fantasmas sí existen y no pueden ser negados y que la amistad entre ambas también sigue existiendo y tampoco puede ser negada. Ya hay otra científica demente, inventora, con Abby, llamada Holtzmann (Kate McKinnon), la más rara del equipo, lo que no es poco decir. Luego se sumará Patty, que no es científica pero conoce Nueva York como nadie (Leslie Jones) y se conformará el impecable cuarteto de Cazafantasmas. Un secretario muy apuesto pero completamente idiota llamado Kevin (Chris Hemsworth, muy gracioso) será una quinta pata cómica que de paso empieza a golpear contra los clichés de una historia del cine machista. La propia película recibió agresiones machistas y misóginas desde que se anunció el cuarteto de mujeres como Cazafantasmas. La película se ríe de eso y hasta lo usa como parte del guión y la campaña publicitaria. La victoria a favor de la nueva película no podría ser más aplastante. La amistad de las cuatro protagonistas es de las más poderosas que se hayan visto en cine. Tanto para el ridículo, el miedo, la aventura, el coraje y la emoción, las cuatro protagonistas son inolvidables. Es una verdadera oda a la amistad esta película, como lo han sido, dicho sea de paso, los films anteriores de Feig, todos ellos protagonizados por mujeres.
Hay un diálogo que revela el complejo nivel de autoconciencia que maneja la película. Hablando de fantasmas alguien cita a Patrick Swayze en Ghost, película de público femenino según el estereotipo cultural. Las protagonistas se ponen a hablar de Patrick Swayze, pero diciendo que sus películas favoritas con el actor son El duro y Punto límite. No es un dato menor, la película viene a patear los lugares comunes, viene a correrse del lugar esperado. El enojo de los fans previo al estreno indica que no es un terreno tan fácil como se puede creer. Por otro lado, la película no busca pelearse para nada con el film anterior, y un puñado de hermosos cameos del elenco original indica que cuenta con el saludo de todos ellos. En ese aspecto vale la pena quedarse hasta el final de la película, hasta el último título.
La sensación de fraternidad femenina que el film tiene me hizo acordar a esas bandas de chicas, esas que no le debían nada a nadie, que no estaban al servicio de nadie, que hacían (y hacen) su música, se divierten, dicen lo suyo y no piden perdón por existir. Desde The Runaways hasta Sleater-Kinney, pasando por The Bangles, L7 o Luscious Jackson, por citar algunas. Ese poder es el mismo que respire en Cazafantasmas, con las protagonistas y la forma en la que funcionan en la pantalla. Verlas juntas en un escenario en un momento de la película lo corrobora. Rockean, realmente, las cazafantasmas. Una banda de mujeres que hacen de esta película uno de los mejores ejemplos de feminismo en la cultura popular. Y no hay pancartas ni bajada de línea, simplemente son, hacen y punto.
Lo justo es cerrar con las cuatro comediantes que le dan vida a la película. El lugar de la mujer en la comedia ha sido siempre acotado. La idea de perder por completo la compostura no ha sido bien visto en general en las películas. Poco a poco se ha ido modificando de eso (con orgullo nacional digamos que Argentina siempre tuvo grandes cómicas) y las mujeres no solo han hecho comedia sofisticada y veloz, sino también comedia física, escatológica, violenta, donde como los buenos cómicos de la historia, la compostura se pierde por completo. Estas mujeres cómicas tienen en este cuarteto un equipo espectacular. Leslie Jones, de la cantera de Saturday Night Live, Kate McKinnon, también de SNL, una comediante cuya locura es una fiesta para los espectadores, se roba la película con su personaje, una verdadera sorpresa. Y por supuesto las dos mejores comediantes de la actualidad (con o sin género de por medio) Kristen Wiig y Melissa McCarthy. Su manejo del humor es de lo mejor que se haya visto en la pantalla grande. Ellas son el centro de la película. Si la comedia americana siempre da la nota y sorprende con nuevas maravillas. Esta vez, y como pocas veces, lo hace dentro del cine industrial de alto presupuesto. El riesgo nunca ha sido más grande, pero el resultado artístico es indiscutible. Esperemos que los espectadores se sumen, porque Cazafantasmas es una de las películas más felices en mucho tiempo.