Una nueva versión del cuento de Charles Perrault. Esta vez en versión musical protagonizada por Camilla Cabello, acompañada de grandes nombres como Pierce Brosnan, Minnie Driver y James Corden. Como era de esperarse el guión intenta actualizar en todas las maneras posibles la historia. Aunque sigue siendo un film de época, el guión buscar agregar o quitar elementos que no se adecúen al presente. A no alarmarse ni alegrarse, esto es lo que de una u otra manera las otras versiones a lo largo de la historia del cine.
El formato de la película es del estilo Jukebox musical, es decir versiones de canciones de rock y pop famosas, en un estilo que juega con el anacronismo todo el tiempo. Al principio todo se ve forzado, es torpe y la película no encuentra un rumbo. Pero con el correr de los minutos el humor comienza a funcionar y la historia encuentra su ritmo. Camila Cabello tiene carisma y simpatía y el elenco la acompaña bien. Cuando el humor se pone un poco más ácido las cosas cobran finalmente vida. Tampoco se vuelve una película brillante, pero los que aguantaron el comienzo tendrán al menos una pequeña recompensa. El hada madrina es reemplazada por un hado madrino gay y usa un espectacular vestido rosa, lo que es esperable y no afecta en nada, además de tener su gracia. Al final, y como indican las reglas actuales, los villanos no son tales y todos son buenos. Un poco liviana, un poco tonta, pero con unos destellos de simpatía que la rescatan del desastre.