Clanes es una serie española que confirma la efectividad técnica y narrativa de los productos realizados en ese país. Las buenas, las mediocres e incluso las malas, poseen al menos un cuidado que permite que se las vea sin que sea una tortura para los espectadores. Clanes se mete con un tema ya recurrente que es el del narcotráfico y juega a moverse entre la acción, el suspenso, el drama y el romance. Poseé elementos suficientes como para resultar atractiva y entretenida y aunque diste de ser una obra cumbre, cumple con todo lo enumerado hasta acá.
Ana (Clara Lago) es una joven abogada que llega a Cambados, un pequeño pueblo de Galicia para establecerse. Los motivos por los cuales ahí no son casuales ni inocentes y al ser una población pequeña, rápidamente llama la atención de todos. Daniel (Tamar Novas) es el hijo de un poderoso narcotraficante del lugar y ocupa el lugar de su padre mientras este permanece en prisión. Ana es una abogada brillante y para cuando Daniel sepa qué es lo que ella busca realmente ya la relación romántica entre ambos ya habrá surgido.
La serie cumple con el suspenso, tiene algo de inverosimilitud que le perdonamos y posee buenas escenas de acción y de pelea entre traficantes, además de la inevitable persecución de las autoridades, que buscan terminar con el clan de delincuentes. Su punto más flojo es el romance, pero este está tan metido en el núcleo de la trama que no habría serie sin los dilemas morales de los protagonistas. Aunque parezca una miniserie, el final indica que hay material para rato y que sólo el éxito dirá si siguen adelante o no.