Comedians in Cars Getting Coffee forma parte de un selecto grupo de programas que logran mezclar originalidad con simpleza, que pueden combinar ligereza con profundidad sin que se vea forzado o molesto. El conductor, anfitrión y protagonista de la serie es Jerry Seinfeld, cuyo nombre claramente remite a una serie que, entre otras cosas, tiene las características arriba mencionadas. Seinfeld cambió la historia de la comedia en televisión para siempre y para todos los que participaron de ella fue difícil encontrar un nuevo rumbo. Es posible que Jerry Seinfeld pudiera retirarse y punto, cosa que en parte hizo. Pero también estaba esta otra posibilidad, la de hacer un programa amable, fácil para él, placentero a más no poder, completamente adorable. Eso es Comedians in Cars Getting Coffee, un programa a puro placer, puro disfrute. Pero también tiene sus conflictos dentro de cada capítulo, sus matices, sus rarezas, porque Seinfeld puede ser muchas cosas, pero no alguien que se conforma con el camino fácil.
El título, transparente hasta lo ridículo, describe el núcleo de todos los episodios, al menos en teoría. Cada nuevo episodio mostrará matices, novedades y, llegado el caso, la ausencia de alguno de los elementos que promete. Pero aun así digamos cómo funciona la cosa. Jerry Seinfeld suele arrancar el capítulo en un auto de colección. Algunos son clásicos extraordinarios, otros son clásicos pero no de lujo, algunos ni son clásicos ni son autos. Pero la mayoría son autos clásicos con los cuales Jerry pasa a buscar a sus invitados, previa invitación a tomar un café. A veces esa invitación suena espontánea (nunca lo es, claro) y otras es el primer chiste del programa. Luego que ambos están en el auto empieza una charla que sigue luego en una cafetería, restaurante o donde sea, incluso una cena frente a una TV o un paseo en bote. Luego se vuelven a subir al auto y el programa termina. Breve, muy bien editado, simpático, con todos los lujos que un programa pequeño pero protagonizado por gigantes puede tener.
Los episodios tienen nombres espectaculares y tal vez enigmáticos hasta que uno ve los episodios. Netflix los tiene ordenados de forma diferente al desarrollo original, lo que no es grave, más bien parece respetar la libertad para ver la serie. Sería muy largo enumerarlos de forma exhaustiva, pero simplemente se puede decir que están casi todos los mejores comediantes de los últimos cuarenta años, con notables excepciones que tal vez aparezcan en el futuro. Una búsqueda rápida mostrará la lista de autos y lugares donde los invitados toman café con el anfitrión, les aconsejo la busquen, por cierto. Los capítulos más raros son los más destacables, aunque no necesariamente los mejores. Digno de destacar es cuando los maravillosos autos de colección fallan y vemos a todo el equipo tratando de solucionar el problema mientras sigue el rodaje, incluso llegan a cambiar de vehículo. La serie es el auto, el lugar del café y nuevamente el auto, alterar cualquiera de las etapas cambia todo el episodio. Otra rareza es el episodio con Barack Obama, donde pasean en un Corvette Sting Ray 1963 por la Casa blanca y la seguridad les prohíbe salir de la misma. Terminan tomando un café en la cafetería de la casa de gobierno. Otro brillante es cuando desayunan con Carl Reiner y se encuentran nuevamente a la noche pero sumando a Mel Brooks, comiendo con mesas de TV sándwiches pedidos por teléfono, mientras al pasar vemos a estos gigantes hacer algunos pases de comedia por encima de lo que un fan de la comedia puede soñar. Alec Baldwin demuestra ser una de las personas más graciosas de todo el ciclo, aun sin ser inicialmente un comediante, hace años que ha demostrado serlo. Otro episodio inusual es con Miranda Sings, un personaje de Internet creado en el año 2008 por la comediante, actriz y cantante Colleen Ballinger. La actriz interpreta al personaje todo el episodio. Lo mismo hacer Jason Alexander, que interpreta a George Costanza, en un episodio no está en Netflix. Un extra para los que estén más atentos: hay algunos episodios que tienen un ingrediente emotivo extra y son aquellos en los que están los integrantes de la serie Seinfeld. Mientras que Larry David se lo toma con una tranquilidad muy graciosa, no es lo mismo para los actores invitados. Julia Louis-Dreyfus, que ha logrado volver a ser exitosa y más prestigiosa que nunca, mira a Jerry con un nivel de amor, admiración y nostalgia que conmueven. Se entiende en un instante lo que significaron el actor y el programa en su vida. Y también conmueve, pero de otra manera, el episodio de Michael Richards (Kramer en la serie) donde se lo nota abatido y perdido en sus conflictos con su carrera y los cambios en el mundo del humor, particularmente apesadumbrado por un escándalo en uno de sus shows. En esos dos episodios hay material de sobra para hablar del mundo del espectáculo.
La última temporada ya encuentra el programa más popularizado de lo que era en su origen. En el último grupo de episodios, producidos por Netflix, se nota un claro esfuerzo por tener presentaciones un poco más elaboradas, con recursos diferentes entre episodio y episodio. De alguna manera, aunque mantiene su condición de serie con episodios desparejos, se ha buscado que el ritmo y el humor se sostengan más allá de los invitados que no funcionan bien. Lo cierto es que hay algunos que son verdaderos genios de la comedia, otros que sirven más para el humor improvisado de las charlas y otros que simplemente poseen mejor química con Seinfeld. En esta nueva temporada hay algunos momentos de carcajada limpia, como el primero, con Zach Galifianakis o también el de Dana Carvey. Otros, una vez más, son reflexiones sobre la comedia, pequeñas teorías acerca de la misma, momentos de charla que no llevan a ningún lado, lo que también resulta toda una reflexión acerca de los misterios de cómo dos comediantes pueden no crear algo aun teniendo todo a su disposición. <br><br>
El último episodio de esta nueva temporada, producida para Netflix es nada menos que Jerry Lewis, el más grande comediante de todos los tiempos. No solo lo digo yo, lo dice el mismísimo Jerry Seinfeld. Jerry Lewis falleció el veinte de agosto del año 2017 y este episodio se ha vuelto una despedida y un homenaje a él. No es raro que la temporada cierre con su presencia, porque aunque la serie no sea una ficción, este episodio final de temporada es un final bien arriba. Como lo demuestra la repetición de otro invitado, Alec Baldwin, la serie tiene infinita posibilidades. Ligera y profunda, dinámica, moderna, Comedians in Cars Getting Coffee es una propuesta más interesante y actual que los ya agotados mamotretos de ficción de muchas temporadas. Además del lujo de ver tantos vehículos de colección tan bien filmados.