Peliculas

Creed III

De: Michael B. Jordan

Es imposible remontar el hecho de que en Creed III hayan dejado completamente fuera a Sylvester Stallone. Es algo más que una falta de respeto, es un acto de egocentrismo que en el mundo de Rocky se paga con un fracaso. Y Creed III fracasa estrepitosamente como película. Por primera vez desde Rocky (1976) Stallone no forma parte de una película de la saga. Sí, es cierto que no es la saga central, sino un spin off, pero Creed (2015) no hubiera tenido la más mínima repercusión de no haber sido por la presencia de Stallone, quien además fue nominado al Oscar por su papel de Rocky Balboa en este rol secundario y también ganó, entre otros premios, el Globo de Oro.

Los primeros dos films de Creed eran una lograda combinación de nostalgia y renovación, donde los veteranos y los jóvenes aportaban lo suyo por igual. Acá Michael B. Jordan, también director, se apodera de todo y el resultado es una curiosa combinación de aburrimiento, solemnidad y muy mal gusto estético. Juega con elementos de todos los films de Rocky, pero los mueve en direcciones que resultan menos atractivas. Adonis Creed (Michael B. Jordan) lo ha conseguido todo y lleva una buena vida familiar. Pero un amigo de su infancia con gran talento para el boxeo, Damian (Jonathan Majors, insufrible) aparece nuevamente en su vida luego de cumplir una larga condena en prisión. Damian tiene cuentas pendientes con Adonis y la culpa de este último hace que le abra las puertas de su casa y del gimnasio. Damian quiere ser campeón mundial, teniendo como único motor el resentimiento, sin importarle nada de lo que haga en el camino. Más tarde o más temprano, ambos quedarán cara a cara en un ring.

La idea del que tiene todo para perder contra aquel que no tiene nada es un punto de partida que encaja perfecto en esta clase de películas. Sin embargo, todo el recorrido que la trama hace para llegar a su clímax no resulta tan atractivo como en todos los títulos anteriores. Hasta las canciones son notoriamente peores. Tiene sus picos dramáticos que conocemos y que se vuelven a utilizar. Pero simplemente no tiene ese ángel especial que lograba darle Sylvester Stallone. Es bueno recordar que Stallone fue el creador de un proyecto en el que nadie creía y terminó siendo uno de los más grandes clásicos de la historia del cine. El propio actor, guionista y director lo explotó todo lo que pudo, pero ahora que él ya no es parte del camino, no hay nada interesante para ver.