Culpa cero (2024) es una película dirigida por Valeria Bertuccelli y Mora Elizalde, con guión de Malena Pichot, Mora Elizalde y Valeria Bertuccelli. Es una comedia dramática rara e imperfecta, que funciona mejor cuando parece irse de control que cuando decide establecer ideas más concretas. Muchas de sus decisiones estéticas se ven fallidas y sin embargo termina respirando originalidad y finalmente un genuino caos que la beneficia.
Berta Muller (Valeria Bertucelli) es una muy exitosa escritora de libros de autoayuda. Pero es tan exitosa como hipócrita y todo su personaje es una ficción. No es realmente una escritora y todos sus textos están llevados adelante por una asistente a la que nunca le da el crédito. Marta (Justina Bustos) está harta de su jefa y de ser la escritora fantasma detrás del éxito. Pero con su personalidad perversa, egoísta y arrogante Berta se las ingenia para tenerla atrapada en esa red de maltrato. Todo en Berta es pose, impulso, negación, cobardía. Su mundo estalla cuando aparece una acusación de plagio que pone en duda todo su imperio editorial y su condición de modelo a seguir por miles de lectores. El fraude queda expuesto y ella no quiere hacerse cargo.
No está acostumbrado el cine, más aún el argentino, al que siempre le gusta levantar el dedo acusador, a protagonistas tan oscuros. Imposible identificarse con Berta y aun siendo una comedia no hay rasgos simpáticos en ella. No es tampoco una apología de la crueldad, sino más bien una descripción del mundo de los negocios editoriales y de aquellos que lucran con mentiras adocenadas. Solo su hija Olivia (Gaia Garibaldi) parece exponerse de forma clara las conductas de su madre y la historia sutilmente va marcándola poco a poco para que le prestemos atención.
Hay en Berta rasgos que pueden o no estar tomados de alguna escritora del mundo real, una ex presidenta o una estrella de cine o televisión, en cualquier caso es la descripción de un monstruo atrapado en su laberinto, dónde lo único que queda esperar no es que cambie, sino que su entorno reaccione y se salve. La breve participación de Fabiana Cantilo no sólo es brillante, sino que confirma que es una excelente actriz. Una comedia con altas y bajas, pero aún así con material ambiguo y más interesante que el promedio del cine nacional.