Alrededor del año 1870. Samuel Alabaster (Robert Pattinson), un próspero pionero, se aventura a cruzar la frontera estadounidense para casarse con el amor de su vida, Penélope (Mia Wasikowska). La aventura voluntarista que emprende arranca con mucho optimismo y un plan claro, pero a medida que avanza las cosas se ponen más peligrosas. Acompañado por su caballo en miniatura, Butterscotch –una ofrenda para su amada- y su improvisado compañero borracho, Parson Henry (David Zellner), Alabaster irá mostrando poco a poco cuáles son sus ideas y su romanticismo se mostrará cada vez más cercano a un plan demencial.
Damisela (Damsel, 2018) juega con la idea de la dama en apuros y el héroe que debe ir a rescatarla. Aunque el género western siempre ha tenido personajes fuertes, lo que se cuestiona aquí es el orden de ideas que parecía reinar en el período clásico. Más allá incluso del revisionismo, los westerns de la última década muestran un mundo violento pero por encima de cualquier otra cosa caótico y azaroso. El cinismo de muchos de estos films responde a la cosmovisión actual más que a la de la segunda mitad del siglo XIX.
La película también juega con el tono de comedia. Aun con la tragedia que parece sobrevolar desde la escena inicial, el humor es una pieza clave de este raro western narrado de forma hábil y con algunos elementos realmente originales y sorprendentes. Damisela sirve más para estudiar el estado actual del género que para disfrutar de la película en sí misma, ya que es un film menor con pocas chances de clásico.