Al estrenarse Detective Knight: sin piedad (Detective Knight: Rogue, Estados Unidos, 2022) en Prime Video en Argentina ya todos los espectadores admiradores de Bruce Willis sabemos que su salud sigue empeorando y la afasia que le diagnosticaron sigue el curso de este tipo de cuadros. También ahora sabemos que su alocado raid de películas de los últimos tres años de su carrera se debía en parte a la certeza de un cierre. Películas muy malas, de muy bajo presupuesto, muchas de las cuales tenían a Bruce Willis sólo tres días o incluso menos en el rodaje. Detective Knight: sin piedad, es una película de una trilogía, un insólito tríptico policial cuya historia no parecía necesitar tanto desarrollo. Pero la buena noticia es que, aún siendo mala, está filmada con un poco más de prolijidad y con más minutos de Bruce Willis en pantalla. Edward Drake, director, guionista y explotador del final de la carrera de Willis, no tiene talento y acá solo se sostiene al revisar o repetir códigos de películas anteriores. Pero queremos mucho a Bruce Willis, incluso en esta apagada despedida nos gusta verlo. Lo correcto es volver sobre su filmografía previa, mirar de nuevo sus clásicos. Pasar de sus películas más famosas a las pequeñas joyas que hizo en su carrera que ahora nos parece corta. Detective Knight: sin piedad lo tiene protagonizando un par de escenas razonables pero la película tiene varios momentos ridículos, por suerte sin él. Lo más raro de que sea una trilogía es que se nota que le sobran escenas. Drake hace honor a su apellido de pirata y explota por demás el material que tiene. Qué en la película haya muchas máscaras ayuda a que los dobles se encarguen de muchos momentos y alivien el peso de los actores. Solo vi la película y escribí esta nota para decirlo una vez más: queremos mucho a Bruce Willis.