Ivan Reitman (1946-2022) fue un director nacido en Eslovaquia, hijo de sobrevivientes del Holocausto, de pequeño fue a vivir a Canadá, donde comenzó su carrera como director y productor, para finalmente radicarse en Estados Unidos, como muchos de los grandes comediantes de América del Norte. Su nombre se asocia a la comedia y su fama mundial absoluta la consigue con Los cazafantasmas (1984). A este título le siguieron Legalmente juntos (1986), Gemelos (1988), Los cazafantasmas II (1989), Un detective en el kínder (1991) y Junior (1994), en lo que podría considerarse el esplendor de su carrera.
Pero hay dos títulos en los que Ivan Reitman fue capaz de tocar otras cuerdas y generar películas igualmente efectivas pero sutilmente superiores en todos los aspectos al resto de su obra. Uno es Presidente por un día (Dave, 1993) y el otro es Decisión final (Draft Day, 2014). En la primera de las dos películas se cuenta una historia al mejor estilo de Frank Capra, donde un hombre bueno idéntico al presidente de Estados Unidos es elegido para reemplazarlo y finalmente termina haciendo los cambios que el presidente verdadero jamás hubiera hecho. Draft Day cuenta una historia diferente, también llena de valores, pero con el foco puesto en el profesionalismo de su protagonista.
En la mañana del Draft Day de la National Football League del 2014, el gerente general de los Cleveland Browns, Sonny Weaver Jr. (Kevin Costner), debe decidir y negociar la elección de los jugadores universitarios graduados u otros que sean elegibles por primera vez. Tiene la presión del dueño del equipo, Anthony Molina (Frank Langella), del entrenador Penn (Dennis Leary) y de los demás equipos de la NFL que buscan también elegir al mejor jugador, negociando también el orden en el cual lo eligen. No se necesita haber visto un minuto de fútbol americano o conocer el draft para entender lo que pasa. El guión y el montaje se encargan de que todo tenga una claridad absoluta y, por encima de todo, sea absolutamente apasionante.
Para sumar conflictos, la analista de tope salarial del equipo, Ali (Jennifer Garner) y novia de Sonny, le avisa que está embarazada. 13 horas antes del comienzo del draft empieza la película que va de ciudad en ciudad con la cuenta regresiva hasta llegar al Radio City de Nueva York donde el gran evento será el clímax de la película. Lo extraordinario de la puesta en escena y la historia es que ninguno de los que decide por los jugadores está en el lugar, cada uno está en su club con su staff para tomar las decisiones. Una vez más, el montaje de la película es asombrosamente efectivo, dinámico y claro, todo va cobrando velocidad y suspenso hasta llegar al gran momento de la elección.
La película respira Estados Unidos. Cada ciudad, cada equipo, cada situación, el propio deporte, todo es norteamericano. Y Kevin Costner es el héroe ideal para el papel. No solo ha hecho sacrificios enormes que la mayoría de las personas ignoran, sino que además de mantenerse firme en lo que cree correcto no importa que tan complicada sea la situación. Es el héroe americano por excelencia. Tiene ese aire fordiano de peleador solitario que sabe lo que está bien, aunque el entorno no lo vea y la idea de hawksiana de hacer el trabajo de manera profesional, con orgullo y seriedad. Es brillante la manera en la cual el personaje va armando su plan y la última media hora de película es una de las más entretenidas y con mayor suspenso de los últimos años.
Aunque en aquel momento no lo sabía, Ivan Reitman se despidió con esta gran película. No volvió a dirigir un largometraje en los últimos ocho años de su vida aunque siguió siendo productor. Aunque sus títulos más populares son grandes comedias, Dave y Draft Day son su legado artístico más complejo y refinado.