El Álamo es uno de los proyectos más personales de la carrera de John Wayne. Luego de dos décadas completas siendo la máxima estrella del cine de Hollywood, decidió ya no solo ser productor de la película, sino también debutar como realizador. Él mismo hubiera preferido no ser uno de los protagonistas, pero siendo un proyecto tan ambicioso no tuvo otra opción que tomar uno de los roles principales a fin de asegurar la taquilla de la película y que el estudio respaldara el proyecto que le llevo dos años completar. Wayne buscaba desde 1945 llevar a la pantalla esta historia, cuando en 1952 fundó su productora Batjac se empezó a vislumbrar la posibilidad de concretar el film que terminó produciendo para United Artists. El guión lo escribió James Edward Grant, quien al final de su carrera iba a sumar doce guiones protagonizados por John Wayne.
La historia, basada por supuesto en hechos reales, cuenta el punto de vista norteamericano. En 1836, el general Santa Anna y el ejército mexicano están barriendo Texas. Para poder detenerlo, el general Sam Houston (Richard Boone) necesita días para poner en forma su fuerza principal. Para ganar ese tiempo, le ordena al Coronel William Travis (Laurence Harvey) que defienda a toda costa una pequeña misión en la ruta de los mexicanos. Travis tiene pocos hombres y la lucha solo servirá para retrasar el avance, no para ganar la batalla. Pero no estarán solos, a ellos se les suman los grupos que acompañan a Jim Bowie (Richard Widmark) y Davy Crockett (John Wayne). Estos dos hombres y su gente, no están obligados a participar, pero se quedan para luchar del lado de los texanos.
Además de los personajes principales, hay varias sub historias en la película, incluyendo una mujer mexicana que llama la atención de David Crockett. Este personaje está interpretado por la actriz argentina Linda Cristal. Este personaje, como otros, va quedando poco a poco fuera del film a medida que la trama avanza y se acerca la hora de la verdad. El militar formal Travis que entra en conflicto con los cazadores de Tennessee liderados por el valiente David Crockett y más aun con Jim Bowie, que se debate acerca si debe quedar a luchar o no contra el ejército mexicano. A pesar de que la tragedia sobrevuela la trama desde el comienzo y el final es evidente, el ánimo de los que van a pelear se mantiene en alto.
John Wayne como director tiene muchos elementos que demuestran que tomó nota de sus trabajos con John Ford. Contrario a lo que cuenta la leyenda, el maestro de Wayne no dirigió escenas de la película. Tan solo fue a visitar el rodaje y se puso a dar órdenes para molestar a John Wayne, en una típica actitud que solía tener. Sin duda deber haber habido consejos y charlas, pero nada más. Las tomas que Wayne le permitió hacer con la segunda unidad jamás llegaron a la pantalla. Ambos se conocían bien y así el actor lo tuvo también bajo su control. Después de treinta años haciendo westerns le quedó bastante claro como filmar paisajes abiertos y sus cielos son tan bellos y significativos como en los mejores films del oeste. Pero eso no significa que sea comparable con Ford o Hawks. ¿Quién podría compararse con ellos? Nadie. Además John Wayne tenía el deseo de hacer discursos en la película. Sus reflexiones acerca de la república no son parecidas a los que se ven en las películas de sus dos máximos referentes. John Wayne hizo esta película él por ese motivo, no para reemplazar la forma de filmar de otros. Aun así, El Álamo tiene varios momentos que han quedado grabados en la memoria de los espectadores. La muerte de los protagonistas sigue siendo hoy tan poderosa como lo era hace décadas. John Wayne aprovecha su fama para que esto resulte aún más impactante.
La música compuesta por Dimitri Tiomkin, así como las canciones que aparecen en la película, fueron un éxito descomunal que ayudó a la fama de la película. No es para menos, tanto la banda de sonido como las canciones The Green Leaves of Summer y The Ballad of The Álamo son excelentes. Frankie Avalon, que hace un pequeño papel en la película, era un exitoso cantante en aquel momento y también realizó un cover de la canción de la película. El recurso de usar un músico joven popular John Wayne lo debe haber tomado de Howard Hawks y la brillante participación de Ricky Nelson en Río Bravo, también protagonizado por John Wayne.
De la misma historia se hicieron luego dos películas más, una para televisión y otra del 2004 que fue uno de los más terribles fracasos de la historia. El Álamo es una historia complicada de realizar y fue un gran mérito de John Wayne elegir un proyecto de tanto riesgo y con tantas presiones. Cuando los texanos se enteraron que Wayne quería filmar en México le avisaron que no iban a ver la película si hacía eso, ni tampoco colaborar con ella. Finalmente en un rancho en Texas se construyó uno de los decorados más grandes de todos los tiempos. Luego de El Álamo ese lugar fue utilizado para más de cien westerns más. Fue museo y lugar turístico hasta hace muy poco tiempo. La película fue prohibida en México, lo que hace pensar en un rodaje allí tampoco hubiera sido muy relajado. Obtuvo siete nominaciones al Oscar incluyendo mejor película, pero ganó solo mejor sonido. Durante al menos dos o tres décadas su popularidad siguió intacta. John Wayne cumplió su sueño e inmortalizó la historia de un grupo de héroes texanos para que todos pudieran recordar El Álamo.