Jack Cunningham (Ben Affleck) trabaja en la construcción y lleva una vida solitaria. Carga sobre sus hombros un enorme dolor, su matrimonio se ha deshecho y sus días terminan siempre emborrachándose en un bar. Su familia, a la que ve poco, está preocupada por él y en la cena de Acción de Gracias se lo hacen saber. Al otro día recibe un llamado de la escuela secundaria católica Bishop Hayes donde estudió. El Padre Devine lo convoca para que dirija el equipo de básquet, ya que se han quedado sorpresivamente sin entrenador. Jack fue estrella juvenil en ese colegio y todos lo recuerdan. A pesar de tener muchas dudas, acepta el cargo.
The Way Back es una película de fórmula que consigue encontrar su propio camino. Un relato de redención, donde alguien que ha caído recibe la oferta divina de volver a encausar su vida. Sumado al esquema de entrenador de dudosa credibilidad que entrena a un equipo de perdedores. Con películas así queda claro que no se necesitan nuevas historias, sino artistas con una mirada personal que las usen para reflexionar sobre los temas que los movilizan. Hay mil historias así en la teoría, pero The Way Back tiene una mirada diferente. Se sale de las opciones simples y se sostiene sobre la figura enorme de su protagonista. Jack es un personaje herido en lo más profundo, necesita ser salvado, su familia pide por esa oportunidad y la vida golpea a su puerta para ofrecérsela. Pero no es tan sencillo y la historia consigue moverse con maestría entre los senderos conocidos del género y a la vez se atreve a ser más profunda.
Jack es el héroe melancólico fordiano por excelencia. Ben Affleck como director ha sabido construir una serie de historias que poseen un espíritu afín a esta película en la que él no dirige pero activa desde su protagonismo. Así como algunos films de Clint Eastwood no necesitan estar dirigidos por él para ser parte de su obra como autor, aquí Ben Affleck consigue la misma proeza sobria. Jack es uno de los grandes personajes de su carrera y resume perfectamente el espíritu del actor. The Way Back no debería pasar desapercibida, es uno de los grandes títulos del 2020.