El título original de la película El culto es Living in Bondage: Breaking Free (2019) y esto alerta sobre el hecho de que se trata de una secuela. Living in Bondage, parte uno (1992) y Parte dos (1993), es considerada la película que dio el puntapié inicial a la industria del cine en video que se convertiría en Nollywood, colocando a Nigeria como uno de los tres países que más cine produce en todo el mundo, junto con la India y Estados Unidos. Un abismo separa el film amateur de los noventa con esta producción de alto costo que se estrena a nivel mundial en Netflix. Pero una secuela de un film tan importante en la historia de una cinematografía siempre es un evento.
El culto transcurre veinticinco años después de la original. Andy Okeke (Kenneth Okonkwo) ha abandonado la secta que le obligó a matar a un ser querido y ahora es un pastor. La historia sigue ahora cuenta a Nnamdi (Swanky JKA), el misterioso hijo de Okeke, cuyas ansias por el dinero rápido, y la vida fácil, lo lleva inevitablemente a embarcarse en un peligroso viaje del que tal vez no salga vivo.
Aunque las diferencias entre ambos films le juegan a favor a esta nueva entrega, lo cierto es que la película adolece de las limitaciones estéticas y narrativas del cine de Nollywood. Una versión africana y menos dinámica del cine de Bollywood, con quien sin embargo comparte la multiplicidad de géneros, los colores estridentes y los trucos estéticos menos sobrios del cine del presente. También comparte con esa cinematografía el gusto por el exceso de minutos en la narración, algo que aquí se siente y termina resintiendo el resultado final. Una película que sirve para ver cómo es el cine de Nigeria hoy y conectar con la historia del cine de ese país, pero no una gran película.