Still/Born es una película de terror que parte de premisas bastante conocidas. Como ocurre con docenas de estrenos de ese género por año, todo lo que nos interesa como espectadores es saber si esta película conseguirá ir más allá de los lugares comunes y la mediocridad general a la que desde siempre el género nos tiene acostumbrados. Siempre han existido demasiadas películas de terror, así como siempre el género ha dado obras maestras dignas de figurar entre lo mejor de la historia del cine. El problema no es la ausencia de buenas películas de terror, sino todas las que transitan por caminos ya demasiado gastados y no logran aportar nada nuevo. Cada década tiene su estilo de película adocenada y los últimos veinte años han reinventado, usado, agotado y estirado algunos recursos que ya todos hemos visto. El demonio quiere a tu hijo cuenta la historia de Mary y su marido, un matrimonio a punto de ser padres de gemelos. Al momento del parte uno de los bebés muere y Mary es diagnosticada con depresión post parto. Pero en realidad ella cree que sus angustias están vinculadas con una ente siniestro que intenta robarle a su bebé. Toda la película juega con la dualidad entre la posible locura de ella y la presencia de un verdadero monstruo al que debe combatir para salvar al recién nacido.
La ambigüedad de la historia, que también sirve para reflexionar sobre la angustia, de una madre en particular y de las personas en general, con respecto al mundo incomprensible que nos rodea. Como ocurre siempre con el género, la premisa no alcanza, se necesita además de la idea original un desarrollo de la misma, la creación de un clima, la resolución novedosa que demuestre talento por partes de quienes hicieron la película. Nada de eso está ahí y las muchas posibilidades de drama, emoción y también terror que la película tenía quedan reducidas a imágenes ya muchas veces vista, como la ya clásica cámara de seguridad en los cuartos. Es hora de renovar el terror y encontrarle nuevos caminos para transitar, aun para quienes quieran hacer películas pequeñas y sin demasiadas ambiciones.