El estafador de Tinder (Tinder Swindler, Gran Bretaña, 2022) cuenta la increíble historia real de Shimon Hayut, que bajo el nombre de Simon Leviev se dedicó durante años a estafar a mujeres que conocía en la aplicación Tinder. Con un complejísimo plan de engaño Hayut se hacía pasar por un magnate, no solo en las redes sociales, sino también en la vida real. A la primera cita llegaba de manera tal que nadie pudiera dudar de su riqueza.
La directora se basa en los testimonios de tres mujeres estafadas, a las que les mostró lo más espectacular del mundo para luego sacarles cantidades de dinero y dejarlas con deudas impagables. Poco a poco la película va armando la historia, para que cada nueva parte de la historia sea absolutamente sorprendente. La narración es apasionante y todo lo que se cuenta genera interés y asombro.
A su manera la película funciona como una denuncia de los peligros de las aplicaciones, pero no tanto como los peligros del amor. El dinero y el lujo embriagan, pero nada sería tan sencillo si no hubiera detrás una necesidad de encontrar el amor. El límite entre el dinero, el amor y el deseo se vuelve difuso, pero solo por momentos. El protagonista es un villano perfecto y sus víctimas van de la inocencia extrema a la capacidad de resistir y contraatacar. Aunque ahora planean hacer un film de ficción, difícilmente sea tan divertido como este documental.