El asesinato de José Luis Cabezas es uno de los crímenes más impactantes de la historia argentina. Ocurrido en el año 1997, cuando un fotógrafo de la Revista Noticias apareció dentro de su auto calcinado. El documental El fotógrafo y el cartero: el crimen de Cabezas narra en cien minutos esa historia, los días previos, el momento del crimen y las consecuencias de que el asesinato tuvo para la sociedad argentina.
La película se construye con excelente material de archivo, muchos testimonios de variada calidad y sinceridad y algunas conclusiones que son lo más pobre de la película. El clasicismo descriptivo alcanzaba para contar una historia con suficiente valor en sí misma. Quedará alguna duda acerca de que valor tiene esta película para aquellos que por el motivo que sea desconozcan por completo lo que el largometraje narra.
Tampoco la música ayuda cuando obligan al compositor a ponerse solemne en la reconstrucción del momento del asesinato. El resto del tiempo, el siempre discutible recurso de usar banda de sonido, se integra sin mayores problemas. La ética del documental indica que un film como este se construye con lo que se dice pero también con lo que no se dice. Faltan detalles y se pasan por alto nombres. Algunas personas sin ética hablan de las lecciones de ética que dejó Cabezas y no hay cuestionamiento alguno. Aun así, con defectos y todo, sigue teniendo valor un repaso de uno de los hechos más oscuros de la historia de la República Argentina.