Una buddy movie con asesino despiadado y tipo común en la que ambos quedan conectados por una casualidad. Comedia de acción que aprovecha al máximo el carisma y el talento de sus protagonistas. El asesino es Woody Harrelson y el tipo que no logra triunfar en la vida ni encaminar su pareja es Kevin Hart. Aunque Hart es más histriónico y de verdad es gracioso, no tiene ni por donde empezar para compararse con el talento para la comedia que también tiene su compañero. Una confusión de identidades clásica en esta clase de comedias y una serie de equívocos que divierten por la gracia de los dos protagonistas. Por lo demás, el guión se va deshaciendo frente a nuestros ojos y le sobran un par de vueltas para funcionar. Pasaremos por alto que nada, pero absolutamente nada tiene sentido, incluyendo el final. Pero puestos a elegir películas mediocres, mejor elegir una como esta que saca varias risas. Pudo haber sido mucho mejor, queda claro que son los guiones los que están fallando fuerte en la actualidad. El director de la película es Patrick Hughes, algo así como un experto en esta clase de comedias de acción. Él es el responsable de The Hitman’s Bodyguard y su secuela y tal vez por su esfuerzo la película tenga algo de ritmo antes de volverse demasiado rutinaria.