Peliculas

El rey perdido

De: Stephen Frears

Stephen Frears es uno de los cineastas británicos más importantes de las últimas cinco décadas, su carrera empezó en televisión y en los ochentas se transformó en uno de los más emblemáticos realizadores de cine de protesta social en Reino Unido, pero incluso en ese inicio, se notaba que Stephen Frears era mucho más que la denuncia social. Se fue a trabajar a Estados Unidos, donde realizó algunos clásicos incomprendidos y la exitosa versión de Relaciones peligrosas (1988). De regreso, y sabiendo que ya no era la resistencia al sistema, sino parte de este, decidió empezar a contar otro tipo de historias, incluyendo una película sobre Elizabeth II. La era del streaming le permite contar historias más largas pero no ha abandonado el cine. El rey perdido (The Lost King, 2022) le queda como anillo al dedo, por tener todos los ingredientes de su cine en un solo lugar.

Cuando se dice Ricardo III, lo primero que la gente piensa es en la obra de William Shakespeare. Este retrato inmortal adaptado docenas de veces a otros formatos, es la imagen que todos tienen del personaje histórico. El rey perdido cuenta la cruzada de una mujer por encontrar la tumba de Ricardo III y a partir de allí responder a muchas preguntas cuya respuesta ha sido motivo de discusión durante siglos. Philippa Langley (Sally Hawkins, ideal para el papel) se convirtió en historiadora amateur y esa vocación la llevó a querer encontrar la tumba. Todo su trabajo la llevó hasta un estacionamiento en Leicester, dónde las pistas indicaban que encontraría la tumba. Luego de quinientos años, esta mujer logró que se iniciara una excavación para recuperar el cuerpo del monarca considerado oficialmente como un usurpador y no como un legítimo rey. La lucha de Philippa también fue por recuperar la dignidad de ese personaje estigmatizado por la ficción y sus enemigos.

El guión, escrito por Steve Coogan, quien aquí interpreta al generoso ex marido de Philippa, mezcla humor con drama, suspenso e historia real sin perder nunca el pulso o el rumbo. Se toma todas las licencias poéticas que quiere y Stephen Frears se mueve también con facilidad en esta mezcla de tonos y géneros. Es una clásica película británica para complacer a la platea, algo que de ninguna manera puede ser tomado como un defecto. Gran historia, gran director, grandes actores y el respaldo de una historia verdadera para atraer más espectadores. Dicen los que saben que la historia sobre Ricardo III y la búsqueda de sus restos ha sido completamente alterada por los realizadores y que la protagonista no era tan importante ni tan egoístas los organismos oficiales. Pero Frears disfruta contando como esta heroína honesta se enfrenta a un sistema. Ella, como Ricardo III, merece ser reivindicada. De eso trata también esta adorable comedia sobre un rey perdido y la mujer que decidió encontrarlo.