La imagen inicial de la película es un gorila hablando a cámara. Un segundo antes un cartel decía: Inspirada en una historia real. En dos segundos la película mezcla de forma simpática dos tópicos de los films de Disney: las historias inspiradoras y los animales humanizados. Ivan (con la voz de Sam Rockwell) es un gorila que desde hace años forma parte del un espectáculo en un centro comercial. Un pequeño circo con media docena de animales y un presentador (Bryan Cranston) forma parte del lugar. Todo parece ser tranquilo e Ivan estar contento con su rol de estrella, pero la llegada de una cría de elefante hará poner en crisis la idea de libertad que tienen los animales del lugar. Al mismo tiempo, la hija del cuidador descubre que el gorila tiene un cierto talento para dibujar, lo que puede ser un don y un motivo extra para darle más dinero al espectáculo.
A pesar de las limitaciones de la historia, la película consigue, con sus visibles licencias poéticas, ser entretenida y llamar la atención. Con humor, algo de emoción sin llegar al golpe bajo, y una buena calidad general, El único y gran Ivan está un poco por encima de la mediocridad del streaming de los últimos años. Un lujo tenerlo a Cranston, así como también las voces de los animales. Además de Sam Rockwell, participan Angelina Jolie, Danny DeVito, Helen Mirren y Chaka Khan. El guión le pertenece al actor de Mike White, el mismo que escribió Escuela de Rock (2003). La dirección es de Thea Sharrock, quien logra combinar a los animales digitales con los humanos con total fluidez, en un trabajo que es parte de los méritos de este pequeño film.