En los boxes (The Crew) es una sitcom que se centra en una escudería de NASCAR, las famosas carreras norteamericanas que son todo un espectáculo y han servido siempre como impactante marco para la ficción de cine y TV. Como acá hablamos de una sitcom, los exteriores solo aparecen en los títulos y los separadores, todo lo demás es rodaje en estudio. El jefe del equipo es un ex corredor llamado Kevin Gibbons, (Kevin James) quien arrastra una mala racha junto a toda su gente. Cuando el dueño de la escudería (Bruce McGill) decide dejar su lugar y pasárselo a su hija Catherine (Jillian Mueller) las cosas empiezan a complicarse. El equipo clásico deberá enfrentarse a la mirada moderna de la joven egresada de Stanford.
Las sitcoms son tal vez el formato más complicado de adaptar a los servicios de streaming, en este caso Netflix. Una sitcom no se adapta tan bien al concepto de ver seguidos muchos capítulos. A una sitcom le queda muy bien el capítulo diario o semanal. Y por eso las temporadas largas en las que los espectadores conviven con los personajes durante gran parte del año. En los boxes es una sitcom de manual, no es moderna ni busca ir hacia los límites del género. Pero puede ser una de las apuestas formales de acá en más. Solo diez episodios conforman esta primera temporada con conflictos que duran un episodio o dos y una trama general que evoluciona con los temas ya mencionados.
El protagonista, Kevin James, es un comediante con una larga trayectoria en cine y televisión, particularmente conocido por su rol en la sitcom The King of Queens (1998-2007). Aquí realiza un efectivo papel protagónico con un poco más de humanidad que muchos de sus personajes anteriores pero mantiene su talento y timing para la comedia. Lo mismo para el resto del elenco, que como en toda sitcom presenta su personaje y lo sostiene con sus esperables reacciones frente a cada situación que surja.
Al tratarse de una sitcom ambientada en las carreras Nascar, la colocación de producto alcanza niveles alto y a la vez justificados, pero no deja de ser llamativo. La serie, por suerte, también hace humor con eso. Como siempre, lo mejor que tienen las sitcoms son su duración de menos de treinta minutos por episodio. En los boxes parece un viaje a las comedias de fines del siglo pasado, quienes quieran seguir esta línea en el streaming deberían apostar a un poco de renovación, más allá de las aquí presentes situaciones graciosas.