En 2001, la joven Qiao está enamorada de Bin, cabecilla de la mafia local de Datong. Cuando Bin es atacado por una pandilla rival, Qiao se defiende y dispara varias veces. Es condenada a cinco años de cárcel. Tras cumplir su pena, Qiao busca a Bin e intenta volver con él. Pero él no quiere seguirla. Diez años más tarde, en Datong, Qiao sigue soltera y ha salido adelante manteniéndose fiel a los valores de la mafia.
En la primera década del siglo XXI, Jia Zhang Ke deslumbró con su cine en los festivales de todo el mundo. Sus películas poseían, aun poseen, un impacto visual producto de su habilidad para narrar en grandes planos de una cadencia inconfundible y una explotación de las locaciones que en sí misma parecen contar las historias.
La protagonista del film es Zhao Tao, actriz fetiche del director y, dato irrelevante, esposa de Jia Zhang Ke en la vida real. Sobre ella está el peso de la historia, pero a pesar de los méritos indiscutibles que aparecen en todos sus films, acá comienza a verse esa autoconciencia de autor que vuelven menos interesantes a los directores. Varios grandes momentos no alcanzan para convertirla en una gran película, mucho menos si se la compara con el resto de la obra del autor.