Hay un grupo de estrellas de cine que supieron estar en lo más alto de Hollywood y que actualmente se han pasado al cine de bajo presupuesto. A veces encuentran una película única, aunque en general se mueven por productos fallidos o mediocres. A veces hacen unas porquerías imposibles. Son varios esos nombres, aunque Bruce Willis, posiblemente por problemas de salud, es el ejemplo de docenas de títulos berretas filmados a razón de seis o siete por año. John Travolta entró en esa misma locura, en una rara mezcla de supervivencia económica pero también actoral. Para los que admiramos sus películas, esta
En cuanto a John Travolta, todos sabemos que tuvo dos grandes etapas en su carrera. En un comienzo fue el furor de Fiebre de sábado por la noche y Grease a fines de los setenta, donde sumó varios títulos interesantes para luego ir perdiendo popularidad poco a poco. Pero se reinventó entre 1993 y 1994 cuando logró una comedia muy taquillera como Mira quien habla e inmediatamente después su memorable rol en Pulp Fiction, que fue un verdadero renacimiento. Luego de ese segundo éxito se dedicó de lleno a películas bien taquilleras, alejado de cualquier proyecto independiente, hasta que nuevamente se fue apagando y pasando al cine clase B, donde Fanático (The Fanatic, 2019), obviamente queda incluida.
Moose (John Travolta) es un hombre con autismo que vive haciendo actuaciones callejeras en Hollywood Blvd. Se disfraza como uno de los Keystone Cops, lo que por otro lado habla de su condición fuera de época. Moose es un fanático de las estrellas de cine, en particular de su máximo ídolo el actor Hunter Dumbar, una estrella de películas no muy buenas pero muy exitosas. Se sabe de memoria cada detalle y gasta el dinero que casi no tiene para comprar recuerdos de cine. La mejor amiga de Moose, Leah, es una paparazzi que lo ayuda a acercarse a su admirado actor sin darse cuenta de lo que puede llegar a ocurrir. Cuando Moose quiere conseguir que Dumbar le firme una prenda que compró en una tienda de recuerdos de cine, sus formas torpes chocarán con el mal humor del actor. Ese momento violento y patético, es el comienzo de un esperable conflicto fuera de control.
La película fue un estrepitoso fracaso de taquilla, el peor de Travolta, y la crítica la rechazó por completo. Tampoco les gustó a los espectadores que la vieron, lo que terminó cerrando cualquier chance de recuperación. Y aunque las estrellas suelen renegar de sus fracasos, a John Travolta la película lo llena de orgullo. La razón es que Travolta eligió interpretar a un hombre con autismo en homenaje a su hijo Jett, que falleció en el año 2009 a la edad de 16 años. El adolescente era autista y tenía la enfermedad de Kawasaki, lo que lo llevó a morir de un ataque de epilepsia por el cual se golpeó la cabeza en la bañera. Este papel fue para Travolta una forma de acercarse a su recuerdo. También fue la última película que hizo antes de la muerte de su esposa, Kelly Preston, ocurrida en el año 2020 producto de un cáncer. Con esa carga el actor interpretó a Moose, independientemente de los resultados.
El arte se mide por los resultados, no por las intenciones. Y lo que se ve es raro, incómodo, siempre fallido. Y aunque parezca raro, la película está inspirada en hechos reales. El director de la película es Fred Durst, famoso por ser el vocalista de la banda Limp Bizkit. Durst tuvo un fan que lo acosaba y que se vestía de la forma en la cual el personaje de Moose lo hace en la película. Es solo la base ya que la película va en una dirección completamente diferente.
La película, con su estructura, tiene ciertos ecos de dos títulos de Martin Scorsese como Taxi Driver y El rey de la comedia. Aunque hay varias películas previas sobre fanáticos que acosan o personas que crecen a la sombra de las estrellas, es con Scorsese que el guión parece más emparentado, aun cuando no logra ni de cerca la sofisticación del director. Si uno se sienta a ver Fanático pensándola como la peor película de Travolta se encontrará con que no es así y que incluso tiene algunos elementos interesantes. Es tan torpe que produce algo de ternura y también angustia. Si además recuerda cuán importante es para el actor, tal vez todo lo raro de la película cobre algo de sentido. Tiene mil problemas, pero es corta y no deja de ser un imán para los cinéfilos seguir viendo a las que fueron las estrellas más famosas.