Este mes de marzo trajo a Netflix una novedad documental que resultó ser una agradable sorpresa. Si bien la plataforma tiene un buen nivel de documentales, no es fácil encontrar un material de primer nivel centrado en una figura argentina. Fangio: El hombre que domaba las máquinas es todo un hallazgo y en su narración sobria, clásica y clara, consigue ser un excelente entretenimiento además de un repaso didáctico y a la vez profundo de la vida deportiva de Juan Manuel Fangio, el mejor piloto de la historia de la Fórmula 1.
Solo unas cosas escenas de reconstrucción le alcanzan y le sobran a este documental para ponernos en clima y acercarnos al origen del protagonista. Luego de eso se dedica al material de archivo de enorme calidad y valor y a una serie de entrevistas que lejos de ser mera ilustración tiene genuino valor en sí mismas. El documental habla de Fangio, pero va más allá de Fangio. Sabe que tiene a varios campeones y no los pone a decir obviedades, los aprovecha e incluso les permite contar algunas cosas personales. Todo eso hace crecer y enriquece a la figura ya de por sí enorme del gran campeón argentino.
No es el primer documental sobre Fangio, desde la década del 50 que se vienen realizando films centrados en su figura. Pero a diferencia de muchos documentales actuales, esta película se centra de forma sólida y sin fisuras en la vida deportiva de Juan Manuel Fangio. Le pasa por el costado a muchos otros temas, no se mete en política ni tampoco narra eventos personales. No se desvía nunca porque sabe que lo te tiene adelante vale por sí mismo. ¿Acaso no alcanza con ver hablar al más grande deportista que haya practicado una disciplina? No hay un solo testimonio que no valga, no hay una sola anécdota que no valga la pena.
Las comparaciones entre la época de Fangio y las posteriores son también muy interesantes. Ver además a Jackie Stewart, Alain Prost, Nico Rosberg, Fernando Alonso y Mika Hakkinen es un verdadero hallazgo. Lo que ellos tienen para decir sobre el automovilismo y también sobre Fangio tiene un enorme valor. Hay algunos pequeños testimonios de archivos y algunas sorpresas. Los fanáticos del automovilismo lo vivirán como un repaso y para los interesados menos expertos en el tema el documental no da respiro. Es tan emocionante ver, o recordar, la grandeza de Juan Manuel Fangio que hay varios momentos en los cuales dan ganas de aplaudir de pie. La reivindicación de los mecánicos y el equipo, además de los corredores, también otorga un extra de valor. Y entre todos los testimonios el de Jackie Stewart es particularmente valioso. Campeones elogiando a su ídolo campeón es más que un homenaje, es un recordatorio de que Fangio fue una figura fuera de serie. Su legado se renueva para las nuevas generaciones y un público no tan conocedor. Fangio: El hombre que domaba las máquinas es absolutamente imperdible.