El mayor éxito de taquilla en toda la carrera de Woody Allen no es el que muchos pueden estar pensando al repasar la obra de este prolífico realizador que lleva más de cincuenta años en actividad. A pesar de que muchos consideran que su esplendor no fue más allá de comienzos de la década del noventa, la película que mejor funcionó en recaudación fue Medianoche en París (Midnight in Paris, 2012). Para obtener tal éxito lo que logró Woody Allen fue que toda una generación completa que jamás había visto su cine se acercara a ver por primera vez una de sus películas. París es una de las varias ciudades cosmopolitas en las que el mundo de Woody Allen se desarrolla sin problemas. No por nada también ha filmado en Londres, en Roma y en Barcelona. No fueron las únicas, pero sí las que tuvieron mayor similitud con su obra norteamericana. El público de Woody Allen, que se identifica con él y su obra, ve con buenos ojos estas incursiones en ciudades tan sofisticadas. París, al haberle dado su mayor éxito de taquilla, pedía a gritos volver. Pero no sólo eso, el propio Woody Allen, ya con 88 años y algo marginado por la cultura de la cancelación, debe ir a donde el dinero que lo financie esté. Por eso Golpe de suerte en París (Coupe de Chance, Francia/Estados Unidos/Reino Unido, 2023) no sólo es un regreso a París sino su primera película hablada en francés. Un verdadero hito en su carrera. La palabra París en el estreno en Argentina, confirma que se busca repetir el éxito de la película del 2012 ya mencionada.
Lo primero que vemos en la película es un encuentro azaroso entre dos viejos compañeros de escuela. Él, Alain, ahora escritor, la reconoce en las calles de París. Ella, Fanny, lo recuerda perfectamente. Alain no está en pareja, pero Fanny sí. Ella está casada con Jean, un hombre de pasar acomodado con el que parece tener un buen matrimonio a pesar de que el hombre es algo posesivo. Pero Alain le confiesa en siguientes encuentros a Fanny que siempre estuvo enamorado de ella y se transforman en amantes. Jean empieza a sospechar y la película comienza su descenso hacía la oscuridad. A pesar de alguna que otra situación muy acotada, Golpe de suerte es una drama policial que sigue la línea directa de Match Point (2004) que a su vez comenzaba con Crímenes y pecados (1989).
Woody Allen tiene una obsesión con las historias vinculadas a los crímenes y los castigos, por supuesto tomando como punto de partida la novela de Fiódor Dostoyevski. Media docena de sus películas giran alrededor de esta temática. Acá esto se ve algo renovado por los aires de Claude Chabrol que sobrevuelan varios pasajes, incluyendo los celos de uno de los personajes y el ambiente burgués acomodado donde el amor, el sexo y el crimen van de la mano con fría sobriedad. Los actores franceses dicen sus diálogos al estilo Woody Allen y las situaciones se ven semejantes a los films previos del director, pero ya en la etapa siglo XXI, donde solo un puñado de sus películas parecen tener destino de clásico. Nada hay para objetar en este nuevo largometraje, aún cuando sabemos que su paso por nuestra memoria será más efímero que los grandes títulos del director. La película se parece a Match Point en sus ideas sobre el azar. En aquella película el protagonista decía: “El hombre que dijo “Prefiero tener suerte que ser bueno” vio profundamente la vida. La gente tiene miedo de afrontar que una gran parte de la vida depende de la suerte. Da miedo pensar que tantas cosas están fuera del control de uno.” En Golpe de suerte en París, la reflexión sigue siendo la misma.