Gunjan Saxena (Janhvi Kapoor) es una joven que sueña con convertirse en piloto. Desde niña es lo único que ha deseado. Pero cumplir su máxima ambición no es fácil, y durante años tiene que ir en contra de la voluntad de su madre y de su hermano militar. Su padre, por el contrario, siempre ha estado de su lado. A medida que crece descubre que la discriminación hacia las mujeres es la barrera más complicada que debe superar. Saxena se incorporó a la fuerza aérea en el primer año que en las mujeres fueron admitidas, 1995 y es considerada una de las grandes pioneras de la aviación militar india.
La película empieza con Gunjan Saxena corriendo hacia una misión. Es decir que sabemos en la escena inicial que parte de su sueño se ha vuelto realidad. Luego retrocede a su infancia y todo el camino hasta llegar a esa escena del comienzo. La película tiene todos los ingredientes de un film biográfico inspirador, una de esas historias que emocionan hasta las lágrimas. Una tradición que solía ser habitual en el cine clásico pero que con los años se ha ido perdiendo. Con una protagonista muy carismática y con una historia real extraordinaria, Gunjan Saxena es una película de la vieja escuela, muy bien narrada, incluso más breve y ajustada que el promedio del cine de India y que tiene una fuerza que la convierte en una película que puede llegar a cualquier público en cualquier país. No se necesita ser un iniciado en cine industrial de la India para disfrutar de la película.
En épocas de una fuerte ola feminista, mucho cine de Hollywood lo logra respirar autenticidad al sostener las ideas del feminismo. El cine de Bollywood, sorprendentemente ha encontrado la manera de ser real y movilizador, aun en una sociedad profundamente machista. Dangal, Mary Kom, Pink y ahora Gunjan Saxena son varias muestras de un discurso feminista en la industria cinematográfica más prolífica del mundo. Estos son títulos que además están disponibles para ser vistos en todo el mundo.
No debería sorprender que el cine pueda emocionar, pero al ver estas películas se descubre que es una práctica menos habitual de lo que solía ser. Entretenimiento con humor, drama y emoción. Todo logrado, además, con enorme tensión. La relación de Gunjan con su padre merece una mención aparte. Hay tanta belleza y humanidad en ese padre generoso y amable, nunca invasivo pero a la vez siempre dispuesto a ayudar a que su hija crezca y libere su vocación. Una de las claves de esta gran historia dentro de lo mejor que sabe exportar Bollywood al mundo, devolviéndole algo de la vieja magia del cine.