Historias de Nueva York (New York Stories, 1989) es una rareza dentro del cine americano pero se inscribe en la tradición europea de los sesenta y setentas de convocar a grandes directores para construir un único largometraje en episodios. En este caso, las tres historias ambientadas en Manhattan, están dirigidas por Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y Woody Allen. En un inicio, la idea era tener a Steven Spielberg, pero este no se sumó al proyecto y Coppola ocupó su lugar. Steven Spielberg había participado de Al filo de la realidad (The Twilight Zone: The Movie, 1983) pero ese era un largometraje muy diferente inspirado en la famosa serie de televisión. Para 1989, Scorsese, Coppola y Allen eran muy prestigiosos, pero de los tres, sólo Woody Allen estaba pasando por un momento de esplendor. Scorsese y Coppola habían tenido una década del setenta brillante pero los ochentas los encontraron a ambos en algunos proyectos menos personales mientras buscaban reinventarse, cosa que Coppola hizo parcialmente y Scorsese por completo. En 1989 Woody Allen también estrenó Crímenes y pecados (Crimes and Misdemeanors) por lo que es evidente que era su gran momento.
Las historias que componen Historias de Nueva York son tres: Apuntes al natural (Life Lessons) dirigida por Martin Scorsese, con guión de Richard Price y protagonizada por Nick Nolte y Rosanna Arquette; La vida sin Zoë (Life Without Zoë) dirigida por Francis Ford Coppola, con guión de Sofía Coppola y protagonizada por Heather McComb. Talia Shire y Giancarlo Giannini; y finalmente Edipo Reprimido (Oedipus Wrecks) escrito y dirigido por Woody Allen, con Woody Allen, Mia Farrow, Mae Questel y Julie Kavner. Sólo los une la ciudad, porque los tonos no podrían ser más diferentes entre sí.
Apuntes al natural cuenta la historia de Lionel Dobie (Nick Nolte), un aclamado artista abstracto que tiene un bloqueo creativo durante los días previos a una exposición programada en una galería. Paulette (Rossana Arquette) su asistente y ex amante, acepta volver a vivir con él, pero no como amantes, lo que genera una tensión poderosa y le da a Lionel la energía para crear. Esta relación tumultuosa es el combustible de un artista destinado a funcionar bajo esas reglas y de una asistente dispuesta a jugar ese juego perverso que termina siendo la mayor ayuda para el pintor. De los tres episodios este fue el más valorado, en parte por su guionista, Richard Price, quien también hace un cameo, al igual que el propio Scorsese, Peter Gabriel y Debbie Harry. También tiene un rol Steve Buscemi, todavía en el comienzo de su carrera actoral. Al igual que en El color del dinero, el director aprovecha el tema para ensayar una poderosa puesta en escena con movimientos de cámara virtuosos y una banda de sonido fiel a su estilo, con diferentes canciones clásicas.
La vida sin Zoë fue el menos apreciado de los cortometrajes y sin embargo es el más importante en algún aspecto. Tiene temas de Francis Ford Coppola, pero lo cierto es que puede considerarse el debut autoral de su hija Sofía, que poco tiempo después se convertiría en una importante realizadora para la nueva generación. Zoë es una preadolescente de doce años que vive en un hotel de lujo. El azar la coloca en una aventura que incluye a un príncipe y un robo, por lo que la tristeza de chica de clase alta, troca en una historia que se mueve entre el cuento de hadas y el texto parcialmente autobiográfico de la propia guionista. Esta es la clase de personajes que tratará con los años Sofía Coppola, pero que dirigidos por el realizador de El padrino muchos vieron como un título menor y sin importancia. Dos historias muy masculinas acompañan a este inteligente retrato realizado por una joven adolescente que escribió sobre un tema de su edad y su generación, el deseo de reconciliar a sus padres y unir nuevamente a su familia.
Sheldon Mills (Woody Allen) es un abogado que tiene problemas con su madre, Sadie Millstein (Mae Questel) que vive criticándolo. Sheldon se queja siempre con su terapeuta, deseando en voz alta que simplemente desaparezca. Este vínculo madre hijo complica la vida de este último y la relación que él tiene con Lisa (Mia Farrow). Cuando van todos a ver el espectáculo de un mago, Sadie desaparece misteriosamente y la vida de Sheldon mejor por completo, pero repentinamente Sadie aparece en el cielo de Manhattan convertida en una imagen gigante, criticando a Sheldon y contando cosas de su vida a toda la población de Nueva York. Woody Allen tiene docenas de historias breves para contar y muchas aparecen dentro de sus propios largometrajes, pero acá se divierte mucho con esta comedia fácil y muy efectiva en la cual ningún chiste deja de ser gracioso. Como dato de color, conviven en el elenco Mae Questel, quien fue la voz del personaje animado Betty Boop y Julie Kavner, quien hasta hoy le da la voz a Marge Simpson.
La película también quedará como una perla por tener a tres de los mejores directores de fotografía de la historia del cine: Néstor Almendros, Vittorio Storaro y Sven Nykvist. Historias de Nueva York costó quince millones de dólares y recaudó tan sólo diez, por lo que el esfuerzo de juntar a tres maestros del cine americano probó no ser tan efectivo como se soñaba. Para ninguno de los tres se trata de uno de sus trabajos más importantes y queda, en todo caso, el anuncio de la llegada de Sofía Coppola, la cuarta autora en esta trilogía de Nueva York.