El último gran éxito del cine argentino antes de la pandemia fue El robo del siglo (2020) dirigida por Ariel Winograd. El primer estreno argentino con ambición comercial luego de la pandemia es Hoy se arregla el mundo (2022), también dirigida por Ariel Winograd. Esto es cualquier cosa menos la casualidad que uno podría imaginar. El 90% del cine argentino se hace sin la menor intención de llevar público y los pocos que sí apuestan por hacer películas para llenar salas son siempre los mismos.
David “Griego” Samarás (Leonardo Sbaraglia) es el productor general de un programa televisivo llamado Hoy se arregla el mundo, donde dos personas en conflicto debaten hasta encontrar un acuerdo. Soltero, adicto al trabajo, tiene un hijo de 9 años llamado Benito (Benjamín Otero) que tuvo con Silvina (Natalia Oreiro) una relación ocasional que ahora le avisa que se mudará a España con el niño.
Dos eventos inesperados se dan cita en la misma noche y cambian toda la vida de David. Silvina muere luego de avisarle que Benito no es su hijo. Con esa noticia David y el pequeño buscarán al verdadero padre para eventualmente dejarle la crianza del niño. Pero no tienen por donde empezar y la búsqueda por supuesto será el centro de la historia.
Winograd tiene una filmografía sólida, bastante pareja, con film más logrados que otros, pero siempre buscando hacer películas en serio, que valgan la pena ser vistas. Parafraseando a Billy Wilder: películas que se vean más caras que la entrada del cine. Algo no muy común en Argentina. Comedias con emoción, basada en vínculos familiares o de pareja, con buen timing y guiones prolijos que si bien son de fórmula no dejan de ser mejores que el promedio local.
Hoy se arregla el mundo tiene las virtudes del director ya conocidas. Chistes muy graciosos, buena dirección de actor, narración clásica con ritmo y cuidado visual que se ve real y no armado para una película. En casi todos sus films aparece un elemento también destacable y es que no tiene un humor desagradable ni un maltrato al espectador. El cine argentino, campeón mundial del golpe bajo y del discurso de dudosa ideología, no logra generalmente ir al grano de la diversión y la emoción. Aquí se logran muy bien ambas cosas y es uno de los mejores films de Ariel Winograd. La universalidad de sus películas queda demostrada por la cantidad insólita de remakes por todo el mundo que tuvo, por ejemplo, Mamá se fue de viaje.
Hoy se arregla el mundo tiene una historia todo lo previsible que el espectador desea para disfrutar. Desde el minuto uno conoce el camino y solo resta disfrutar. Se ríe cuando se ríe y se llora cuando se llora. Y si alguien cree que eso está mal, se pierde la gracia de buenas películas como esta. La calidad cinematográfica no está reñida con los géneros o la felicidad.