Peliculas

Imperio de luz

De: Sam Mendes

Imperio de luz (Empire of Light, Gran Bretaña, 2022) es una película escrita y dirigida por Sam Mendes, el mismo que realizó Belleza americana, 1917 y dos films de James Bond, Skyfall y Spectre. Un director ecléctico y desparejo, con tendencia a ser insufrible cuando quiere ser importante y mediocre cuando quiere ser entretenido. Su identidad, sin embargo, es más bien nula. En este caso el título resume lo mejor que tiene su nueva película: la luz. Y dicha luz estuvo a cargo del legendario director de fotografía Roger Deakins, el mismo de Blade Runner 2049 y 1917. La belleza que logra captar su trabajo hace de Imperio de luz un largometraje que vale la pena ver en la pantalla más grande que uno pueda encontrar. No hay duda alguna de que la ciudad en costa británica que retrata y el antiguo cine donde transcurre gran parte del largometraje son mucho más bellos gracias a él. Siendo una película sobre un cine, que la luz sea tan perfecta, es una forma de homenaje.

La historia transcurre en 1981, donde un cine frente al mar ha dejado atrás su esplendor, pero aun así sigue teniendo un impactante aspecto de templo cinematográfico. El cine se llama Empire Cinema y de ahí el título.  Allí trabaja como gerente Hilary Small (Olivia Colman). Ella lucha contra un trastorno bipolar, vive sola y su médico de cabecera le ha recetado litio. Hilary tiene un romance con su jefe Donald Ellis (Colin Firth) que es un hombre casado. La llegada de un nuevo empleado llamado Stephen (Micheal Ward) le dará a Hilary una inesperada luz de esperanza con respecto a su vida y al mundo. Stephen es un joven negro en una zona donde el racismo se puede percibir en las calles y donde la tensión social está a punto de estallar.

La película contará la historia de estos dos personajes y no ahorrará elementos innecesariamente crueles, con toques de cierta sordidez. El cine es precioso, la vida es horrible. Pero tanto Hilary como el propio cine parecen tener una nueva oportunidad en ese nuevo año. Imperio de luz no es un homenaje al cine, sino más bien a los cines y a todo ese viejo mundo hoy ya desaparecido. Ver al proyeccionista explicando cómo funcionan los proyectores es todo un momento de pura nostalgia, más aun siendo el gran Toby Jones el actor que hace el papel.

Sam Mendes ha hecho films en diferentes tonos y estilos, pero siempre tiene un espacio para ser algo cruel y poco generoso con sus personajes y esta no es la excepción. El contexto político es subrayado también bastante, por no decir demasiado. No era necesario exagerar tanto los puntos para que se entienda lo que quiso decir, pero Mendes no tiene intención alguna de ser sutil. A pesar del potencial de la historia, lo mejor que tiene es el aspecto estético, más a cargo del fotógrafo que del director.