Indomable (The Spoilers, 1942) es un western ubicado en Nome, Alaska, en el año 1900, durante la fiebre del oro. Es una tierra corrupta, la pelea por los terrenos para explotación minera llega a su punto más alto. Toda la actividad del pueblo pasa por el salón, cuya propietaria es Cherry Mallotte (Marlene Dietrich). Ella, que conoce la corrupción del lugar, tiene una relación con uno de los propietarios de los terrenos cuestionados, Roy Glennister (John Wayne). Glennister vuelve a la ciudad pero junto con él lo hace Helen Chester (Margaret Lindsay) la hija del juez que viene a tomar decisiones acerca de los terrenos en disputa.
En el esquema corrupto se encuentra el nuevo comisionado del oro, Alexander McNamara (Randolph Scott), quien junto con el juez y el sheriff tiene un plan para quedarse con las tierras de Glennister y su socio Al Dextry (Harry Carey). McNamara también se siente atraído por Cherry, con lo que la película conforma dos triángulos amorosos. Glennister, Cherry y Helen por un lado, y Glennister, Cherry y McNamara por el otro. En ese aspecto la película combina el drama y el humor por partes iguales, lo que la convierte en un entretenimiento ligero y divertido, aun cuando las cosas se van volviendo más dramáticas a medida que se tiene que resolver la trama. Un ingrediente más es Bronco (Richard Barthelmess en su último papel), el asistente de Cherry, cuya lealtad hacia ella es total, incluso le ha declarado su amor. Tal vez el secreto de la película sea ese, mezclar la dinámica de los sentimientos, con la trama de acción.
The Spoilers es la cuarta versión de la misma historia que llegó a la pantalla, aunque no la última, y para John Wayne uno de los siete films que hizo en el año 1942. Tres películas harían junto a Marlene Dietrich, aunque entre la primera en 1940 y las dos que hizo en 1942, John Wayne seguía creciendo como estrella film tras film. Randolph Scott alcanzaría también su fama mayor en la década siguiente. Pero más allá de este trío protagónico, la película es recordada por una escena en particular, aquella en la que Wayne y Scott pelean a golpes de mucho durante varios minutos. Es considerada una de las mejores peleas de esa clase en la historia de Hollywood y también una de las más extensas, aunque el propio John Wayne batiría todos los récords en 1952 con The Quiet Man de John Ford.