Jungle Cruise es una película de fórmula. Esto no es ni bueno ni malo a priori, aunque obviamente le pone un límite a la película. Ni hablar del hecho de que está basada en una atracción de Disney, lo que le da otra base algo disparata y forzada. Pero la fórmula está construida sobre tres grandes films: La reina africana (The African Queen, 1951) de John Huston, Tras la esmeralda perdida (Romancing the Stone, 1984) de Robert Zemeckis y La adorable revoltosa (Bringing Up Baby, 1938) de Howard Hawks. Tres películas unidas por la comedia basada en la lucha de los sexos. Las dos primeras pertenecientes al género de aventura y la tercera una pura Screwball Comedy.
Ambientada en 1916 durante la Primera Guerra Mundial en Sudamérica. Allí, el capitán de un pequeño barco turístico, Frank (Dwayne Johnson) sobrevive a duras penas entreteniendo a turistas como en una atracción de parque temático pero hecha en el mundo real. Las cosas cambian cuando una valiente y alocada científica (Emily Blunt) y su hermano (Jack Whitehall) lo contratan para viajar a buscar el Árbol de la Vida, que se cree que posee poderes curativos. En paralelo, el dueño de todos los barcos del lugar, Nilo Nemolato (Paul Giamatti), intenta detener el viaje y un demente príncipe alemán llamado Joaquim (Jesse Plemons) busca llegar antes que nadie al lugar del asombroso árbol.
La pareja protagónica tiene un talento para la comedia que le permite estar a la altura del timing de los films que inspiraron a Jungle Cruise. Un jaguar recorre la trama para que nadie dude de dichas influencias. A pesar de la era de la cancelación que persigue al cine y en particular a Disney y a la atracción que inspiró este film, alguien tuvo la buena idea de generar alocados estereotipos raciales tan confusos y contradictorios que son verdaderamente desopilantes. Hay lugar para la corrección política, pero los excesivos personajes de Giamatti y Plemons son dos delicias salidas de las viejas comedias previas a toda corrección, algo que se agradece.
Pero la fórmula mencionada al comienzo parece haber llevado a los productores a querer ir a lo seguro y agregar otra entrada bien Disney: Piratas del caribe: La maldición del Perla Negra (Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, 2003) que termina siendo lo menos interesante de la película aunque lleve consigo el clímax del film. Un poco de mezcla que le quita algo de la todavía predominante simpatía que tienen los protagonistas y la historia. Jaume Collet-Serra, el director, es uno de los grandes artesanos del cine actual. Y esta película es entretenida, muy graciosa, fácil de querer.