Tati tiene 14 años y vive en una casa humilde a orillas del río, junto a su padre que apenas se ocupa de ella. Está obsesionada con ser “Botera” y todos los días, intenta usar el bote sin éxito. El bote que cruza el Riachuelo llevando pasajeros.
Con actores de una autenticidad asombrosa y con muchos apuntes sutilezas y una protagonista enorme, la película se complica cuando se ve la mano del guión generando momentos crueles y duros. Todo el sueño de la protagonista y su esfuerzo es una epopeya cotidiana que podría sostener por sí sola toda la película. Pero tal vez sería una película demasiado luminosa y la realizadora no quería tanto optimismo. Una pena, porque con eso alcanzaba para hacer un gran film.