Guillermo Francella es una estrella indiscutible del cine argentino y desde El secreto de sus ojos en adelante uno de los actores más respetados. En La extorsión él interpreta a Alejandro, un experimentado piloto aeronáutico que ama profundamente la tarea en la cual se ha destacado a lo largo de los años. Pero guarda al menos un secreto que lo vuelve vulnerable y que en caso de exponerse lo dejaría fuera del trabajo que tanto ama. Esto lo deja a merced de los Servicios de Inteligencia que lo extorsionarán, pidiéndole que lleve unas misteriosas valijas en la ruta entre Buenos Aires y Madrid sin hacer preguntas acerca del contenido.
Alejandro le oculta a todo el mundo, incluida su esposa (Andrea Frigerio), lo que está haciendo pero a su vez en cada viaje intenta buscar la manera de salir de esta red. La red que lo tiene atrapado es mucho más poderosa de lo que parece y el intentar abandonarlos o denunciarlos le puede no sólo costar su trabajo, sino también la vida.
La película es un sólido exponente de cine de género y está realizada a la altura de sus ambiciones. Un cine de calidad que resulta entretenido y que atrapa al espectador durante la primera mitad y un poco más allá. Un elenco particularmente sólido es otro pilar que sostiene al largometraje, no sólo el costado técnico de la película. Francella se ajusta a papel perfectamente y Andrea Frigerio y Mónica Villa también merecen ser destacadas por sus buenos trabajos y también demostrar que el casting está muy bien hecho.
Los problemas vienen al final, cuando aún sin caer mucho en calidad, la narración pierde su fuerza y también su credibilidad. No es que la película fuera realista, pero las dos elipsis del último tercio dejan un espacio para perder pensar en la falta de lógica y eso daña el rigor narrativo que intentaba mantener. Son vueltas de tuerca que suelen sufrir muchas películas de género y que diferencian una película clásica de un film correcto. La extorsión es esto último.