Peliculas

La familia Mitchell vs las máquinas

De: Michael Rianda, Jeff Rowe

Las sorpresas a favor siempre son una gran noticia para los espectadores. La familia Mitchell vs las máquinas es una maravilla sorprendente que le alegrará el día a cualquiera que la vea. No por ser una simpática comedia de aventuras solamente, sino porque es muy placentero ver una película que se ver original, hecha con ganas y no con mera especulación sin corazón.

El cine de animación suele tener ese cinismo prefabricado y a la vez efectivo más parecido a la publicidad que al arte cinematográfico, pero a la vez el control absoluto que la animación permite suele entregar productos muy sólidos desde la técnica y el impacto visual. Muchas veces luego de esa primera visión, no queda nada para sacar de películas. La familia Mitchell vs las máquinas se muestra convencida de sus recursos estéticos y produce placer por la forma narrativa, por naturalidad con la que combina recursos contemporáneos con elementos clásicos e incluso conservadores.

Una familia caótica y con conflictos, es decir una familia normal aunque ellos no lo sepan, se enfrenta al ingreso a la universidad de la hija mayor. Ella va a estudiar cine y su padre cree que está perdiendo el tiempo, en particular porque no entiende los cortometrajes alocados y absurdos que ella hace. Cuando se disponen a llevarla a la casa de estudios, la rebelión de las máquinas amenaza con terminar con el mundo y solo ellos podrán hacer algo para evitarlo.

Cuatro personajes principales, padre, madre, hija mayor, hijo menor a los que se les suman la mascota y dos robots. Sabemos que es un cine de fórmula, pero la película consigue saltar por encima y que casi todo el tiempo se vea como algo nuevo. El discurso anti-tecnología que asoma al comienzo recibe su merecido en la propia película, buscando unir diferentes miradas acerca de las formas de comunicación. No hay otro largometraje actual capaz de dar cuenta de la evolución de las formas narrativas en la segunda década del siglo XXI y al mismo tiempo usarlas en la historia.

La película es pura diversión, tiene un humor muy logrado y aunque no puede evitar instantes de sentimentalismo, los equilibra rápidamente con ideas inteligentes y resoluciones que le permiten no estancarse en esos momentos sensibleros. No confundir esto con genuinos momentos de emoción, que también los tiene. La familia Mitchell vs las máquinas es de lo mejor que apareció en Netflix este año, no solo de animación, sino en general, será difícil para los próximos exponentes del género estar a la altura de este título.