Corneliu Porumboiu es el director rumano con mayor cantidad de películas estrenadas fuera de su país. Disfruta de un gran prestigio y es venerado y admirado por críticos y jurados de festivales de cine. Mucho menos oscuro y notablemente superior al sobrevalorado y gris cine rumano, Porumboiu es capaz de cambiar de registro y dar algunas sorpresas, no solo en las historias sino también en el aspecto estético.
La gomera es un original e interesante relato policial protagonizado por el personaje de Cristi, un policía rumano corrupto que debe viajar a La gomera, una de las más pequeñas de las Islas Canarias, España. Cristi deberá aprender el lenguaje ancestral de la isla, el silbo gomero. La idea es usar ese lenguaje para liberar a un turbio hombre de negocios y acceder a una fortuna. Cristi está siendo rigurosamente vigilado y toda la trama es un grupo de personajes que se siguen, se controlan y, no se sabe hasta qué punto, se traicionan. La más entretenida de las películas del realizador, por lejos.
Las citas cinéfilas intentan guiar al espectador entrenado no se sabe si para explicar la película o para tirarle un dulce que mejore la apreciación de la misma. Que vayan al cine a ver la obra maestra de John Ford The Searchers (1956) solo consigue marcar la distancia entre una buena película y una obra cumbre. Al parecer reconocer películas sigue siendo un deporte que paga y hace sentir al crítico más inteligente. Salvando ese detalle demasiado forzado, la película tiene vida propia, inteligencia y estilo. Un policial distinto, con buenos momentos y otros no tan logrados, pero sin contradecirse ni decaer. Como muchos grandes autores de la historia del cine Porumboiu le da una indiscutible identidad personal al cine de género. Quienes quieran conocer al director, este film es posiblemente el más logrado de toda su carrera.