La liberación (The Deliverance, Estados Unidos, 2024) es una película de terror dirigida por Lee Daniels. Está inspirada en supuestos hechos reales y combina el drama social con una historia de casa habitada por una entidad maligna. Su director, como muchos recordarán, tiene una filmografía muy despareja, siendo Preciosa (2009) su película más prestigiosa. La historia es la de una joven madre llamada Ebony (Andra Day) de tres hijos, dos adolescentes y uno aún niño, que al mudarse a una casa en Indiana encuentran que una presencia altera la conducta de los tres hijos, siendo este cambio repentino cada vez más inquietante y peligroso. Con ellos vive la madre de Ebony, Alberta (Glenn Close) que está enferma de cáncer y es una motivo de pelea constante con su hija. El problema de Ebony no es inicialmente la presencia sobrenatural, sino sus antecedentes de alcoholismo, drogas y violencia, lo que la lleva a poner en riesgo la tenencia de sus hijos. Una asistente social (Mo’Nique) supervisa de cerca su caso y cree que detrás de todos los hechos sólo hay excusas por parte de Ebony. Aparecerá luego una pastora pentecostal (Aunjanue Ellis-Taylor) que tal vez sea la única esperanza para esta familia para escapar de la amenaza.
Las cuatro actrices mencionadas han sido nominadas al Oscar en algún momento de sus carreras, lo que hace pensar que fue ese el cálculo de los realizadores de la película. Es particularmente divertido y digno de ser valorado que Glenn Close interprete a una mujer blanca muy maquillada (para disimular su deterioro físico) y haya generado discusiones acerca de si es blanca o negra, siendo esta última la raza de su hija y sus nietos. Aunque parece un casting daltónico al revés, en realidad todo está explicado en la trama. La película empieza como un drama de marginalidad con una mirada social bastante realista y luego pasa lentamente hacia el terror. El primer tercio de la película se hace demasiado largo, pero cuando empieza a crecer el terror la película se acomoda. Luego, cuando el largometraje se manifiesta abiertamente dentro del género, las limitaciones técnicas de la película y la falta de imaginación en la puesta en escena la arruinan definitivamente y donde debería asustar más bien causa gracia. Que insista estar basada en una historia que dice ser real es un chiste final que debería resultarnos simpático pero tan sólo expone a la película más al ridículo.