La única cosa peor que una mala película de terror es una que se esfuerza para ser un producto digno y sólo es el borrador berreta de películas mediocres del mismo género. La maldición de la novia (Dead Bride, Italia, 2022) es uno de esos casos en los cuales una película no de Estados Unidos intenta transitar los caminos de los títulos de ese país. Es un pesado y tortuoso camino de estética no auténtica, ritmo muy inferior y trucos repetidos al infinito.
Después de la muerte de su padre, Alyson, su pareja Richard y su bebé regresan a la casa de su infancia. Algunos hechos sobrenaturales la alertan de la peligrosa situación en la cual ella y su familia se encuentran. Recuerdos de su pasado y amenazas en el presente se van multiplicando. Lo que parecen alucinaciones o sueños tal vez sea una verdadera maldición vinculada con el pasado de la propia familia de Alyson.
Quiso el azar que dos semanas antes del estreno de esta película italiana se reestrenara Rojo profundo (1975) de Dario Argento. Las comparaciones serán odiosas, pero sirven para recordar que sea puede hacer buen cine de terror en cualquier lugar del mundo, solo se necesita tener algún criterio estético, un guión original y rigor para filmarlo. Nada de eso aparece en este melodrama familiar terrorífico que comentamos aquí.