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La noche más larga

De: Óscar Pedraza

La noche es más larga es una producción española creada para Netflix y cuenta la historia de un asesino serial que es atrapado en Navidad y llevado a la Prisión psiquiátrica de Monte Baruca. Simón Lago es el asesino más peligroso que existe, por lo que resulta raro que sea enviado a ese lugar y no a uno de mayor seguridad. Hugo, el director de la prisión, debe presentarse de urgencia para recibir al asesino. Pero mientras están haciendo todo el trabajo de rutina un grupo de hombres fuertemente armados ataca la prisión en lo que creen es un trabajo sencillo. Hugo, los guardias y los internos quedan encerrados y se resisten al ataque al mismo tiempo que tienen sus propias peleas internas y motines. Como el título lo indica, será la noche más larga.

Es difícil ver esta serie y no pensar en Asalto al precinto 13 (Assault on Precinct 13, 1977) de John Carpenter, que a su vez era una versión moderna de Río Bravo (1959) el clásico definitivo de Howard Hawks. Pero claro, todo lo que era una puesta en escena brillante y una tensión bien lograda acá se multiplica en diferentes direcciones, poniendo demasiados ingredientes y perdiendo efectividad y rigor. Una batidora de ideas sacadas de todos lados sin aprovechar ninguna de ellas.

Claro que no son Carpenter y Hawks los únicos referentes. Hoy las series como estas están marcadas por otras series, tantas como entren en un solo guión. Acá, insólitamente, una historia que requiere el máximo de tensión se toma el tiempo para realizar flashbacks al estilo Orange is the New Black, con lo que pierde ese encierro fundamental para la historia que eligió contar. Ya bastante lío tiene para organizar a su elenco coral y darle sentido a todo, como para además irse de paseo al pasado. Su único gran valor está en postergar algunas incógnitas que, aunque sean inverosímiles, son lo único que puede darle misterio a una historia que ya en el episodio 1 se ha caído sin arreglo.

La combinación asesino serial desenfrenado con policías buenos y policías malos, más psiquiátricos buenos y psiquiátricos malos, más grupo que ataca, más, ahora viene el disparate, los hijos del director de la prisión, son demasiado. Se le agregan algunos personajes bien a la moda de la series españolas, la joven loca rebelde, el asesino con el corazón tierno, un elenco que parece salido de la película Aeropuerto o más bien de ¿Y dónde está el piloto? Claro que el guión encontrará explicación a todo, pero mucho antes de dicha explicación las cosas ya no tenían sentido y todos actúan como sí las tuvieran.

La noche más larga no es una miniserie, es una serie y estos seis episodios son la primera temporada. Deja abierta la puerta y también varios interrogantes, buscando realizar la mayor cantidad de vueltas de tuerca posible. Tiene tantas promesas que en realidad no pasa nada. Y dos o tres escenas que nacieron para ser parodiadas. No pueden hacer una pelea a golpes de puño que sea creíble y de pronto las armas de guerra no le hacen daño a un auto que recorre los pasillos de la prisión a metros de los tiradores. Las series pueden ser disparatadas, muchas de las mejores lo son, pero acá se combina disparate con gravedad con una paciente que imagina a otra mujer que le da órdenes. ¿Es una comedia? Tal vez lo sea, pero yo no veré la segunda temporada.