Tim Morris (David Spade) conoce a la chica de sus sueños (Molly Sims), y la relación por mensajes de texto no podría ir mejor, así que decide dejarse llevar e invitarla al retiro que organiza su compañía en un resort en Hawái. Nada puede fallar. Sin embargo, la que aparece en el aeropuerto lista para viajar es una chica con la que tuvo antes una cita a ciegas para el olvido (Lauren Lapkus). Todos los mensajes que le había escrito a una Melissa, se lo había enviado a otra Missy. Pero no puede hacer nada para cambiar la situación sin arruinar su futuro laboral. El viaje con la empresa será una pesadilla, porque Missy es completamente alborotada y extrovertida.
Una clásica comedia de pareja despareja, donde uno de los dos personajes intenta mantener la compostura mientras el otro, sin mala intención, hace un show permanente de papelones. Como también es común a estos films, el desastre inicial se convierte en simpatía y afecto. La comedia, producida por Adam Sandler tiene muchos buenos chistes, Spade y Lapkus son buenos comediantes, pero también tiene mucha rutina y finalmente tiende a cerrarse de manera demasiado clásica. Le falta ese exceso de las grandes comedias actuales, donde no permiten que el sentimentalismo arruine el humor. No termina de tener el nivel de un clásico de la comedia como el propio Spade supo hacer hace veinte años atrás. Los secundarios funcionan y la participación de Rob Schneider como un cazador de tiburones es de lo mejor que tiene la película.