La Segunda Guerra Mundial es una fuente inagotable de historias para ser llevadas al cine. Cada país que ha participado del conflicto tiene su propia memoria y la marca de algunos eventos especialmente significativos. Justamente La sombra en mi ojo es una película realizada en Dinamarca y reconstruye una misión británica realizada el 21 de marzo de 1945, cuando los aviones de la RAF bombardearon la sede de la Gestapo en Copenhague.
Desde el comienzo está marcada la tragedia ocurrida en la guerra contra el ejército nazi y las víctimas inocentes en mitad de una misión que logró desbaratar un centro de detención y tortura, además de una sede clave para la logística nazi en la ciudad. La resistencia danesa había pedido que los británicos destruyeran la sede durante mucho tiempo y el objetivo de desactivarla se cumplió. Pero una escena previa anuncia con amargura los daños colaterales de la guerra. Un grupo de mujeres que se prepara para una boda va con un chofer por la campiña cuando un avión británico les dispara matándolas. Un niño testigo del incidente pierde el habla y cuando vuelve a la escuela en la ciudad sigue traumatizado.
Se desarrollarán dentro de la película varias historias, mostrando las clásicas divisiones dentro de una sociedad ocupada, pero sobre todo se seguirá el derrotero de dos niñas y el mencionado niño, todos compañeros en la escuela de monjas que está en el centro dramático de la película. Hay algunas manipulaciones de guión y personajes algo maniqueos, pero están en función de mostrar de forma implacable que no existe una forma de guerra sin que inocentes mueran. En eso la película tiene una contundencia desoladora.
Los aspectos técnicos y la reconstrucción de época están en el nivel esperado y lo mismo con las actuaciones, por lo que genera una llegada aun mayor. Que uno de los personajes principales sea una monja joven e inteligente es una de las grandes apuestas de la parte más claramente inventada de la película. En ella el guión plantea todo el coraje pero también las dudas acerca del rol de Dios frente a las atrocidades vividas. Es cierto que la historia deja mal parada a la RAF, pero también se encarga de dejar muy en claro que la sede destruida era un lugar donde se cometían los crímenes de guerra más atroces.
A más de setenta y cinco años, esta historia sigue conmoviendo. El azar hizo que esta película del año 2021 ahora se vea en todo el mundo, justo cuando Europa se enfrenta a otra guerra donde víctimas inocentes mueren bajo un ataque invasor. Las imágenes que atormentaron a un continente se pueden ver en ficciones y ahora lamentablemente de nuevo en televisión. La sombra en mi ojo es clase de película compleja que se suele hacer cuando pasaron muchos años del conflicto, ya que muestra un error cometido por los que liberaron al mundo de la locura nazi. Cuando la guerra está en desarrollo esta clase de títulos son más difíciles de hacer, por razones más que evidentes. La escena final de La sombra en mi ojo es emocionante y conmovedor, toda vida tiene valor y la película se encarga de mostrarlo de la manera más bella.