Hay diferentes tipos de películas navideñas. Dentro de la amplia oferta que ha dado la historia del cine, hay toda una línea dedicada a la figura de Papá Noel/Santa Claus. Sin duda son las más complicadas porque requieren mucha complicidad del espectador para aceptar la lógica de los eventos y un actor que pueda representar al protagonista como corresponde. Las crónicas de Navidad, tal vez contra todo pronóstico, consigue su objetivo.
Kate Pierce (Darby Camp) y su hermano Teddy (Judah Lewis) quieren grabar a Papá Noel (Kurt Russell) en Nochebuena. Ambos sufren por la reciente muerte de su padre. Kate sigue creyendo como siempre, pero Teddy tiene una conducta adolescente de rebeldía que lo aleja no solo de sus creencias infantiles, también de comportarse como una buena persona. El plan que ejecutan tiene resultados inesperados y ambos deberán, junto al mismísimo Santa Claus, emprender una carrera contrarreloj para salvar la Navidad.
La película encuentra en Kurt Russell encarnando a Papá Noel su primer hallazgo. Él no solo está espectacular en el papel, también define las intenciones de la historia. Un Santa Claus moderno, con mucho estilo, pero con todo el aspecto del personaje. Russell se mete de verdad con el personaje, no hace una interpretación mecánica. Le otorga personalidad y estilo. Cuando llega el excelente número musical, la película alcanza, junto con el actor, su mejor momento.
El humor y el drama están bien equilibrados. El aspecto tierno y emotivo, puramente navideño está matizado por un guión inteligente que entra y sale de la lógica de esta clase de films. Un poco de negrura, mucha aventura, momentos que evitan que la película sea tonta. Limitada por el género y por la obvia y absoluta obligatoriedad de un final feliz, Las crónicas de la Navidad es una ingeniosa opción para cumplir con el cine navideño sin subestimar nunca al espectador. Gentileza, en parte, del productor Chris Columbus, el mismo que dirigió los dos films de Mi pobre angelito y escribió el guión de Gremlins. Es decir, un experto en Navidad. Pero por encima de todo la clave está en Kurt Russell, un actor muy querido por la cinefilia que demuestra acá que un buen actor puede hacer maravillas si se compromete a trabajar en serio.